VER RESUMEN

Tal como los Detroit Pistons de 1989 y 1990 en la NBA, el fútbol inglés también tuvo sus ‘Bad Boys’ en la misma época: la ‘Crazy Gang’ del Wimbledon FC. Un modesto equipo que, además de ser recordado por una proeza difícil de repetir, se convirtió en todo un mito para los amantes de este deporte por su estilo rudo, desquiciado, astuto y excéntrico.

Un club que, siendo los villanos del balompié británico, superaron todo tipo de obstáculos para trepar hacia la élite con el icónico Vinnie Jones como principal figura, logrando levantar la Copa FA en Wembley y en la cara del poderoso Liverpool, para luego desvanecerse hasta su completa desaparición.

Desde el barro: la irrupción de la ‘Crazy Gang’ en el profesionalismo

Con la institución sumida en la quinta división inglesa, en 1977, el Wimbledon FC fue puesto en venta y, para sorpresa de los hinchas y periódicos locales, un empresario libanés amante del tenis adquirió los derechos del club. ¿Su nombre? Sam Hammam. Nadie imaginaba lo que iba a ocurrir años más tarde.

Sam Hammam (a la izquierda)
Sam Hammam (a la izquierda) se convirtió en leyenda del Wimbledon | The Sun

Al modesto elenco londinense sólo le bastaron dos temporadas para conseguir al ascenso al profesionalismo (cuarta división) de la mano de Dave Bassett, un mediocampista inglés que pasó de retirarse del fútbol jugando en el propio club a entrenarlo al año siguiente.

Conocido por su rudeza a la hora de dirigir y por sus polémicos métodos para controlar el vestuario del Wimbledon FC, el éxito de Bassett fue meteórico y, al cabo de siete años, los ‘Dons’ habían logrado ascender a la First Division (actualmente Premier League), haciendo su debut en la máxima categoría del balompié inglés con un sexto lugar en la temporada 1986-1987.

No había dinero. No había profesionalismo. No había lujos. Sin embargo, la figura paternalista de Bassett había sido clave para formar un grupo de futbolistas que, pese a no ser bien pagados, se transformaban en unos guerreros dentro de la cancha, aunque afuera de ésta eran conocidos por ser una banda de inadaptados, marginales, callejeros, apostadores, borrachos y buscapleitos.

A pesar del éxito del equipo, el entrenador tenía claridad de las condiciones económicas que atravesaba la institución, por lo que suplía estos irrisorios sueldos con partidas de póker, juegos de mesas, retos futbolísticos o cualquier tipo de apuesta que permitiera bonificar a los mejores jugadores con dinero no declarado. Así consiguió formar la base de la ‘Crazy Gang’ (‘Pandilla Loca’ en español), con nombres como Dennis Wise, John Fashanu y Vinnie Jones.

Vinnie Jones y John Fashanu
Vinnie Jones y John Fashanu | Archivo

Su irrupción en la First Division permitió a algunos futbolistas fichar por otros equipos de la liga. Fueron estos traspasos que revelaron las malas prácticas que se vivían en los entrenamientos, con compañeros que quemaban la ropa de otros, peleas a puñetazos y todo tipo de actividades violentas y matonescas. Era “un lugar incómodo” para estar según estos exjugadores del club, donde debían mentalizarse previo a cada práctica.

La personalidad del equipo construida por Bassett también se había trasladado hacia el terreno de juego, convirtiendo el estadio Plough Lane en una especie de centro de torturas para sus rivales, quienes se daban por ganadores si es que finalizaban el partido sin ninguna lesión, de acuerdo a declaraciones de exfutbolistas como Terry Gibson (delantero de Tottenham y Manchester United).

Las locuras de Vinnie Jones
Las locuras de Vinnie Jones | Archivo

La inolvidable (y pifiada) hazaña del Wimbledon FC

El Watford -que consiguió sus principales éxitos en los 80′- se llevó al arquitecto de la ‘Crazy Gang’ en 1987. No obstante, la mística del grupo de jugadores no cambió ni un pelo, ya que con la llegada de su nuevo entrenador, Bobby Gould, y su asistente Don Howe, este estilo de juego rudo al borde de la ilegalidad se acrecentó y, rápidamente, los ‘Dons’ se convirtieron en los villanos de la liga y en el centro de los abucheos cada vez que se salían con la suya.

“Éramos escoria. Éramos una mierda. Que ganáramos vendría a ser el mayor desastre en la historia del fútbol”, manifestaba el propio Vinnie Jones a los micrófonos de la época.

John Fashanu iniciando una pelea
John Fashanu iniciando una pelea | Daily Mail

Con el desprecio de todas las hinchadas, sólo los aficionados del Wimbledon veían (y confiaban) en el potencial del equipo. Estaba claro que con el gran momento de Everton, Liverpool, Tottenham y Manchester United, la liga no era una posibilidad realista para la ‘Crazy Gang’, pero qué mejor que un torneo de eliminación directa como la Copa FA para sacar a relucir toda su garra, violencia, locura y artimañas.

Todo comenzó con dos trabajados triunfo frente al West Bromwich y el Mansfield Town en las primeras rondas del certamen inglés, avanzando a quinta ronda para enfrentarse al poderoso Newcastle de un joven Paul Gascoigne, quien semanas atrás había tenido un encontrón con Vinnie Jones que terminó con el mediocampista apretándole los genitales a ‘Gazza’.

Pese a que los fanáticos de las ‘Urracas’ tenían sed de venganza, lo cierto es que Gascoigne no logró destacar y el Wimbledon se impuso por 3-1. En los cuartos de final lo esperaba el Watford y su anterior entrenador, Dave Bassett. Un partido que se le vino cuesta arriba a los ‘Dons’ desde un principio, luego de una expulsión y de recibir un gol en el primer tiempo. Sin embargo, en la segunda parte Fashanu estuvo espectacular y llevo a su equipo a la remontada.

El mismo Fashanu se encargó de anotar el primer gol en el triunfo en las semifinales contra el Luton Town antes de que Wise sellara la remontada y el 2-1 definitivo. Para disgusto de los hinchas ingleses, la ‘Crazy Gang’ estaba en la final. ¿Su rival? El Liverpool, que atravesaba un momento espectacular y que llegaba al partido decisivo tras vencer al Nottingham Forest en las semis y derrotar al mismo equipo en la liga por 5-0.

Con la mismísima Lady Di en las tribunas del estadio Wembley, el Wimbledon afrontó la final con las ansías de pasar de villanos a campeones y el fútbol aquel día le sonrió. De acuerdo a los tabloides de la época, a los ‘Reds’ no les salía nada y, en cada pelota dividida, un jugador de azul salía victorioso. El solitario gol de Lawrie Sanchez y el increíble penal tapado por Dave Beasant marcaron el épico triunfo de la ‘Crazy Gang’.

La propia Diana de Gales bajó a la cancha para saludar a los nuevos campeones de la Copa FA, mientras que los aficionados en sus casas reconocían a regañadientes a los ‘Dons’ como justos ganadores. Una hazaña similar a la del Leicester City en 2016, pero con más jugadores parecidos a Jamie Vardy que a N’Golo Kanté. Un cuento de hadas. Más bien, de orcos.

Lady Di celebrando a los campeones de la Copa FA
Lady Di celebrando a los campeones de la Copa FA | Archivo

Peleas, excesos, polémicas y Hollywood

“Wimbledon fue un equipo rudo. Había chicos fuertes. Todos veníamos de hogares con problemas, sin dinero”, recordó Fashanu en una entrevista con la BBC posterior a su retiro, luego de ser consultado por las polémicas que suscitaron al equipo en la temporada 1987-1988.

Y es que, todas las sospechas de los periodistas sobre situaciones violentas en los entrenamientos y en las salidas grupales no sólo eran ciertas, sino que se quedaban cortas. En un documental de la ‘Crazy Gang’ emitido por la cadena televisiva británica BT, el propio Jones relató como si nada un agresivo episodio que sucedió en sus primeros días en el equipo, cuando Fashanu se encerró en el vestuario con un compañero y lo hizo volar por los aires.

John Fashanu
John Fashanu | BBC

Otro de los momentos recordados por el plantel histórico de los ‘Dons’, fue el episodio ocurrido con el central Eric Young, que llegó al club como nuevo fichaje proveniente del Brighton. En sus primeros entrenamientos, el defensor llegaba a las instalaciones con un bolso con el logo de su anterior equipo. Pésima idea.

“Para nosotros fue demasiado entonces se lo quemamos con toda su ropa. Fue nuestra manera de decir que ya no estás en Brighton, estás en Wimbledon”, detalló Wise y Sanchez, quienes también develaron que aquella canallada terminó en una evacuación por el humo tóxico que se esparció en el vestuario.

Pese al susto, la ‘Crazy Gang’ no dejó de jugar con fuego. Y no, no es metafórico. Luego de que el delantero Alan Cork le manifestó a sus compañeros que el entrenador Dave Bassett se había negado a aceptar su aumento de sueldo, una parte del plantel no encontró mejor idea que incendiarle el auto al propio Cork, con el objetivo de que la directiva y el DT ablandaran sus corazones.

Terry Phelan, exjugador de los ‘Dons’, fue uno de los integrantes de aquel equipo que alzó la voz y exteriorizó su rechazo hacia estas prácticas, las cuales reconoce que acabaron con futbolistas “estresados por el abuso, desplomados físicamente y llorando”. Una acusación que, hasta el día de hoy, los principales miembros de la ‘Crazy Gang’ niegan, al igual que el mito de que en las duchas de los rivales siempre había agua helada.

Aunque sin duda, uno de los acontecimientos más excéntricos que tuvo esta pandilla futbolera fue la incursión en el cine de su principal estrella, Vinnie Jones, compartiendo reparto con Brad Pitt, Jason Statham, Hugh Jackman, Halle Berry y Benicio del Toro. Una carrera tan meteórica y repentina como el ascenso del Wimbledon a la First Division, que tuvo al capitán de la Selección de Gales codeándose con los mejores actores de Hollywood.

Vinnie Jones en el cine
Vinnie Jones en el cine | Captura

Recordados son sus papeles como Juggernaut en ‘X-Men: The Last Stand’ (2006) o en ‘Snatch’ (2000). Gracias a esta última película, se llevó el galardón a mejor actor británico en los Premios Empire. Hasta la fecha, el exfutbolista ha participado en más de 60 largometrajes… Y también posee el récord de la tarjeta roja más rápida de la historia, luego de ser expulsado a los tres segundos en un partido entre el Chelsea y el Sheffield United.

De tocar el cielo a estrellarse contra el suelo

Tras el éxito en la Copa FA, la directiva del Wimbledon FC entendió que era la gran oportunidad para sacar réditos económicos por sus jugadores y así lo hizo al año siguiente. El guardameta y capitán Dave Beasant y el defensor Andy Thorn fueron traspasados al Newcastle, siendo las primeras grandes pérdidas de la ‘Crazy Gang’, que poco a poco se desarmaba.

De acuerdo a lo señalado por sus propios integrantes en el documental, estas transferencias no generaron ni un ápice de molestia en el plantel, ya que entendían que sus compañeros estaban en todo su derecho a cobrar más dinero, siendo que algunos jugadores del equipo ganaban la mitad de lo que cobraba un futbolista promedio en Inglaterra.

La primera estrella que decidió decirle adiós a los ‘Dons’ fue Vinnie Jones, quien se fue al Leeds en 1989. Un año después, Dennis Wise hizo lo propio al Chelsea, justo después de que el elenco londinense abandonó Plough Lane y se trasladó a Selhurst Park. Mientras que John Fashanu se quedó en Wimbledon hasta 1994, cuando se marchó al Aston Villa.

Wise y Jones presentados en sus nuevos clubes
Wise y Jones presentados en sus nuevos clubes | Archivo

En la campaña 1999-2000, doce años después de su título copero, los ‘Dons’ cayeron a la segunda división inglesa. Cuatro años más tarde, el club dejó de existir. Tras esta desaparición, el club fue refundado bajo el nombre de Milton Keynes Dons, sin embargo, los hinchas se opusieron a este renombramiento, creando el AFC Wimbledon, elenco que se encuentra actualmente en la League Two (cuarta división).