Este martes, la Policía Nacional de España detuvo al defensa del Sevilla FC, Kike Salas, tras la acusación en su contra por provocar que le mostraran tarjetas amarillas para beneficiar a personas de su confianza para que ganasen dinero en apuestas deportivas.
Fuentes de la investigación confirmaron a Agencia EFE que la sospecha se instala en que amigos y familiares del futbolista habrían participado en unas 30 apuestas amañadas en seis establecimientos de Morón de la Frontera (Sevilla) y habrían obtenido ganancias de unos 10.000 euros en un mes.
Salas, según ha adelantado El Confidencial, habría cometido estos hechos en las últimas jornadas de la temporada pasada, según los indicios recabados por la Policía en una investigación que dirige un juzgado de Morón de la Frontera.
En ese periodo, argumenta el citado medio, el defensor del Sevilla registró 10 tarjetas amarillas, siete de ellas en las últimas nueve fechas de LaLiga.
Ahora, Kike Salas afrontaría entre seis meses y tres años de cárcel, al posiblemente recibir una condena por estafa.