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El Chelsea perdió la oportunidad de escalar a la segunda plaza de la Premier League al caer por 2-0 ante Ipswich Town, antepenúltimo clasificado, que logró su primera victoria como local. El portero del Chelsea, Filip Jorgensen, cometió un penal sobre Liam Delap, permitiendo a Ipswich abrir el marcador. A pesar de los intentos de Cole Palmer por liderar la reacción del Chelsea, el equipo londinense no logró remontar. Ipswich amplió su ventaja con un gol de Omari Hutchinson, sellando así la sorprendente victoria que deja al Chelsea amenazado en su búsqueda de un puesto en la Liga de Campeones.

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El Chelsea perdió la oportunidad de escalar a la segunda plaza de la Premier League y ve amenazada su presencia en los puestos de acceso a la Liga de Campeones, tras caer este lunes por 2-0 en su visita al campo de un Ipswich Town, antepenúltimo clasificado, que sumó su primera victoria del curso como local

Empeñados en romper la maldición que parecía perseguirles en Portman Road, donde los ‘tractor boys’ no conocían todavía el triunfo en la presente campaña, los locales parecieron afrontar la contienda con más de intensidad que su rival.

Algo que no tardó en pagar el Chelsea, que si a los cuatro minutos se salvó del gol con un milagroso despeje de Tosin Adarabioyo a un remate del galés Nathan Broadhead, en diez vio como el portero danés Filip Jorgensen cometía un evitable penal sobre Liam Delap.

Jorgensen, que dejó este jueves en el banquillo al español Robert Sánchez, no midió bien su salida y acabó derribando en el área al delantero local, que pese a llegar primero al balón no pareció realmente con opciones de poder controlar la pelota.

Una pena máxima que el propio Delap se encargó de convertir a los doce minutos en el 1-0 para un Ipswich, que apenas dos minutos más tarde pudo doblar su ventaja en un nuevo remate del internacional inglés sub 21 al que Jorgensen respondió esta vez con una gran parada.

Susto que pareció, por fin, hacer reaccionar al Chelsea que se aferró al inmenso talento que destila el media punta Cole Palmer para tratar de reconducir un encuentro que cada vez pintaba peor para los ‘blues’

Con Palmer, posiblemente el jugador más determinante en estos momentos de la Premier League con permiso del delantero egipcio del Liverpool Mohamed Salah, a los mandos todo parece posible para el equipo londinense.

Tal y como quedó claro a los veintiún minutos con un sensacional lanzamiento de falta de Cole Palmer que se estrelló en el poste sin que el delantero francés Christopher Nkunku, una de las cinco novedades que presentó el Chelsea en su once inicial, lograse aprovechar el rechace.

Pero Palmer no es sólo pegada, pese a los 26 goles que el atacante suma en el año 2024, un nuevo récord en el equipo ‘blue’, sino también visión de juego, como demostró a los veinticuatro minutos con un sensacional pase al portugués Joao Felix que agradeció el regalo con un no menos sobresaliente remate.

Un gol que no subió al marcador tras comprobarse en las imágenes de vídeo que el exjugador del Atlético de Madrid, que sumó su tercera titularidad en la Liga, se encontraba en posición antirreglamentaria.

Circunstancia que no pareció afectar a Cole Palmer que siguió generando peligro en cada una de sus acciones, pero la fortuna no estaba del lado del internacional inglés, que vio como en la prolongación de la primera mitad el larguero le privaba del gol tras tocar previamente en el guardameta local.

No fue la única intervención de Christian Walton que arrancó el segundo tiempo con dos buenas paradas a un cabezazo de Joao Félix, que sería sustituido a los 55 minutos, y a un peligroso remate de Noni Madueke.

Falta de acierto que contrastó, curiosamente, con la pegada del Ipswich, que arrancó la contienda como el tercer equipo menos goleador de la competición tras sumar tan sólo dieciséis tantos en las dieciocho primeras jornadas.

Una estadística que no refleja la peligrosidad de Liam Delap, de largo el mejor jugador del conjunto local, que en el 53 no desaprovechó un error del lateral francés Axel Disasi para robar el balón y asistir a Omari Hutchinson para que el centrocampista estableciese el 2-0.

Todo un mazazo para el Chelsea, que pese a reforzar el ataque con la salida delantero senegalés Nicolas Jackson, no tuvo capacidad para evitar una derrota, la segunda consecutiva en cinco días, que impidió a los del italiano Enzo Maresca ascender a la segunda posición.

Un gris final del año que contrastó con la alegría del Ipswich, que ve con esta sorprendente e inesperada victoria más cerca que nunca la salvación, de la que ya sólo le separa un punto.