Un gol olímpico del brasileño Matheus Cunha proporcionó un triunfo justo al Wolverhampton y un castigo merecido al Manchester United, desprovisto del efecto Rubén Amorim, lastrado por la expulsión de Bruno Fernandes al inicio de la segunda mitad y otra vez en caída libre en la Premier League.

Los frentes que tiene abiertos el técnico portugués de Old Trafford, especialmente con el jugador Marcus Rashford, que se quedó fuera de la convocatoria por cuarto encuentro seguido, han derrumbado el impacto de la contratación del preparador que llegó como salvador tras su éxito en el Sporting de Lisboa y que tiene ahora entre manos la vuelta a una delicada situación en la clasificación de la liga inglesa.

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De los cuatro últimos partidos, los ‘diablos rojos’ han perdido tres. Y no dan sensación de reacción. El entusiasmo obtenido al ganar al City en el derbi de Manchester ha durado poco. Después, revés ante el Bournemouth y ahora con el Wolverhampton, que escapa de la zona de descenso con este regalo en el “Boxing Day”.

Pero mostraron más interés los Wolves en sacar fruto del cara a cara. El United solo espabiló cuando se encontró con el marcador en contra y Amorim recurrió a Casemiro, Christian Eriksen o Antony para dar la vuelta a la situación.

Arrinconó desde entonces, con media hora por delante, al cuadro local que tuvo siempre las mejores ocasiones y una mayor ambición. En la primera parte, de hecho, fue Andre Onana, tantas veces criticado, el que salió al paso de las amenazas de Jorgen Strand Larsen o del zapatazo lejano de Nelson Semedo.

La segunda tarjeta amarilla de Bruno Fernandes, en el primer minuto de la segunda parte, terminó por frustrar a los visitantes y alentar a los wolves que contaron siempre con la amenaza de Cunha, el principal argumento del cuadro de Vitor Pereira.

El gol llegó a la hora de partido. En un saque de esquina del exjugador del Atlético Madrid que entró directamente a la portería. Ya lo intentó en la primera parte pero la zaga del Manchester estuvo atenta. Esta vez llegó limpio a la red el saque.

El partido se agitó en el tramo final, en la última media hora. Porque el United se aceleró en busca del empate. Acechó más el área local, ya abocado solo al contraataque.

Alejandro Garnacho, que ha reducido su protagonismo en el United con la llegada de Amorim, tuvo el empate en el tramo final pero su cabezazo salió alto.

En plena avalancha, entregado al ataque, sentenció el partido el Wolverhampton, en un contraataque culminado por el coreano Hwarng Hee-Chan que se lo regaló Matheus Cunha tras una pérdida de Garnacho.

Cae al decimocuarto lugar el Manchester United, a siete puntos de la zona europea, cada vez más lejos. La misma distancia que ahora le separa del Wolverhampton que sacó el cuello de la zona de descenso y es decimoséptimo, un punto sobre el Leicester.