Agencia EFE

Inter humilló a Lazio en el estadio Olímpico de Roma: un histórico 6-0 para meter miedo en la Serie A

16 diciembre 2024 | 19:02

El Inter de Milán humilló este lunes al Lazio (0-6) en el Estadio Olímpico de Roma y con la escandalosa goleada mandó un mensaje a Italia, donde se postula el vigente campeón como favorito en un campeonato en el que está a tres puntos del liderato del Atalanta y con un partido menos.

El Inter, pese a que este año su superioridad no sea tan notable, al menos en lo que a resultados y puntos se refiere, sigue siendo el mejor equipo de Italia. Solo el Atalanta le iguala en el nivel de juego esta campaña, pero la plantilla de los ‘nerazzurri’ es inmensa, la temporada larga y el nivel del equipo cuando encaja un buen partido simplemente imparable.

Que se lo pregunten al Lazio, que vio goles de todos los colores sin poder hacer nada para frenar a los ‘neerazzurri’, vestidos de amarillo en esta ocasión, que sufrieron seis estocadas certeras.

Ante un Lazio que era una de las revelaciones de la campaña, en lo que fue el siempre especial regreso de Simone Inzaghi a la que un día fue su casa, el Inter arrasó con todo. Nadie esperaba un partido sumamente desigualado. Pero la realidad es que fue una humillación que amenazó en la distancia a Atalanta y Napoli.

Porque cuando más se habló de la fuerza de la ‘Dea’ y los partenopeos, el Inter cerró puertas y, sin avisar a nadie, desplegó su potencial. Fue un partido perfecto. O casi perfecto. Solo faltó el gol del líder indiscutible, de Lautaro Martínez, que hizo de todo, menos celebrar un tanto.

En su propia casa, el Lazio se sintió indefenso. Su resistencia, eso sí, duró 40 minutos. Y cayó por una mano de Gigot que provocó un penal que transformó en infalible Hakan Calhanoglu. En ese momento, el Lazio se quedó sin opciones.

No porque no tuviera potencial. Porque con Pedro a este nivel, o Nuno Tavares y Noslin como generadores constantes de ocasiones, el Lazio tenía argumentos para contestar. Simplemente el Inter puso un ritmo que no pudo igualar. Nadie en Italia puede ponerse a ese nivel tan rápido.

Olió sangre el combinado de Milán y antes del descanso, Federico Dimarco había hecho el segundo rematando solo un centro lateral. Llegó el descanso y el Lazio pudo desconectar, recargar pilas. Pero de nada le sirvió. En el minuto 51, nada más reanudar, Barella hizo un golazo para encarrilar la victoria, un zapatazo desde fuera para silenciar el Olímpico. Ahí sí que el Lazio bajó los brazos. Pero el Inter, al que le salió todo, no se dio por saciado.

Dumfries puso el cuarto con un remate de cabeza brutal, una exhibición de fuerza en el salto, de convicción al atacar el centro de Bastoni, en otro gol marca de la casa. De central a carrilero.

Ya con el partido decidido, otro carrilero que jugó de central, Carlos Augusto, marcó el quinto, moviéndose como un delantero centro dentro del área. Un toque para controlar y girarse. Otro para superar a Provedel. En el añadido, Thuram hizo el único de los delanteros para completar la goleada. El Inter, imparable, mandó un mensaje a toda Italia. El campeón sigue siendo el favorito.