Alejandro “Papu” Gómez, otrora delantero de la Selección de Argentina, se refirió a su lejanía del combinado trasandino luego de la consagración en el Mundial de Qatar 2022.
El futbolista sufrió una suspensión de dos años por doping positivo, tras consumir un jarabe para la tos pediátrico recetado para su hijo que contenía una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA): Terbutalina.
“Pasas de ser campeón del mundo a que no te llame nadie o desapareciste del medio”, comentó el jugador de 36 años, en diálogo con Juan Pablo Varsky.
“Los primeros meses estaba ilusionado con volver y, cuando al final me dan la pena máxima, se me cayó un poco el mundo”, fue otras de las frases del “Papu”, quien luego del Mundial perdió su lugar en Sevilla y pasó al Monza de Italia, club en el que no llegó a debutar luego de que se conociera su sanción.
Gómez consumió el mencionado medicamento cuando todavía era jugador del club español y restaban pocas semanas para el comienzo de Qatar 2022, donde arrancó dos veces como titular -ante Arabia Saudita y Australia- hasta que una lesión lo apartó del equipo.
“Yo no se lo quise decir a nadie, porque no quería que la gente esté en otro lado que no sea jugar la final del mundo”, afirmó el delantero.
Después del Mundial en Qatar, Gómez no volvió a ser convocado por una lesión y luego, sin motivo aparente ni explicaciones públicas por parte del entrenador del técnico Lionel Scaloni, la sanción fue la excusa.
“Es como si te dijeran: está bien, vas a ser campeón del mundo, pero te vas a tener que comer esta ahora”, concluyó un desolado “Papu” Gómez.