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El exfutbolista Robbie Fowler, reconocido por ser el séptimo jugador con más goles en la historia de la Premier League, marcó un hito al anotar un triplete en tan solo 3 minutos en un partido frente al Arsenal. Sin embargo, también es recordado por un polémico festejo donde simuló aspirar cocaína en respuesta a acusaciones de drogadicción por parte de los hinchas del Everton. A pesar de la sanción de cuatro partidos y una multa de 32.000 libras esterlinas impuesta por la Football Association, Fowler nunca se arrepintió de su acción. Su carrera estuvo marcada por éxitos con el Liverpool, aunque no pudo celebrar títulos importantes. Tras su retiro, incursionó en el negocio inmobiliario, donde ha encontrado éxito.

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Robbie Fowler se hizo un nombre importante en el fútbol de Inglaterra. Cuenta con el registro de ser el séptimo jugador con más goles en la historia de la Premier League, marcando presencia entre 1992 y el 2007.

Además, el exartillero ocupa el segundo lugar respecto al triplete -tres goles en un mismo partido- más rápido de la serie de honor inglesa. Le marcó tres tantos al Arsenal en solo 3 minutos, en un partido de la temporada 94-95. El récord lo tiene Sadio Mané con el Southampton.

En la última parte de su carrera, entre 2009 y 2011, el oriundo de Liverpool jugó sin mayor éxito en el balompié de Australia (North Queensland Fury y Perth Glory) y de Tailandia (Muanthong United).

Sin embargo, Fowler también se hizo conocido por su famoso y polémico festejo de un gol al Everton. El también mundialista en Corea-Japón 2022 desataba el 3 de abril de 1999 un escándalo sin precedentes en el fútbol mundial.

En la antesala al clásico de la ciudad de Los Beatles, por la segunda rueda de la campaña 1998-99 de la Premier League, los hinchas de Everton intensificaron sus bromas sobre una presunta adicción a las drogas de parte de Fowler.

Y el resultado del cruce, un 3-1 a favor del Liverpool, pasó a un segundo plano por lo realizado por el entonces ariete de los ‘Reds’ en Anfield Road, a los 15 minutos de juego. Todos quedaron de una pieza.

Fowler, declarado hincha de Everton durante su infancia, tuvo la oportunidad de poner el 1-1 parcial de lanzamiento penal. Tras convertir desde los 12 pasos, saludó a la tribuna y luego se arrojó sobre la línea de fondo de la cancha, mientras se tapaba con una mano una de sus fosas nasales.

El jugador que marcó 128 goles con el Liverpool simuló estar aspirando cocaína en la línea de cal y desataba el escándalo con su celebración, todo como respuesta a las acusaciones de “drogadicto” de parte de los hinchas rivales.

Luego, el atacante del cuadro local se paró, le dedicó un breve baile a la barra rival y de manera increíble nuevamente volvió a agacharse a hacer lo mismo.

Posteriormente, a los 21’, el también exariete del Manchester City, Leeds, Cardiff City y Blackburn Rovers volvería a batir la valla de los ‘Toffees’, aunque esta vez no realizó el polémico festejo.

Lo que vino después del ‘festejo’ más polémico de todos

El entonces DT del Liverpool, Gérard Houllier, intentó defender la polémica acción de Fowler con una curiosa explicación. El estratega aseguró que el jugador estaba imitando la acción de comer pasto.

No obstante, Fowler sepultó los dichos de su técnico y admitió que la celebración estaba dedicada a los hinchas del Everton que lo habían acusado de “drogadicto”.

Sabía lo que estaba haciendo. No me importaba. ¡Fue una oportunidad para liquidarlos después de todo el abuso que recibí!”, expresó el futbolista a la revista ‘FourFourTwo’.

“En los últimos años, me he sentido deprimido y profundamente entristecido por las acusaciones sobre el abuso de drogas que se me han dirigido continuamente. Estas acusaciones no solo me afectaron en el terreno, sino que también hirieron los sentimientos de mi familia”, agregó.

Incluso, ‘El Terror de Toxeth’ reveló que dos de sus primos murieron por el abuso de drogas. “Si la gente fuera testigo de la destrucción de mi tía y de cómo vivió con ese dolor hasta el final de su vida no creo que use la droga para hacer bromas”, dijo.

La dura sanción por el curioso y controvertido festejo

La Football Association (FA) suspendió a Fowler por cuatro partidos y le impuso una fuerte multa de 32.000 libras esterlinas (38 millones de pesos chilenos en la actualidad), la más alta para un jugador en aquel momento.

Sin embargo, el otrora delantero -hoy de 49 años- nunca se arrepintió de lo que hizo tras marcar desde los 11 metros. Fue una manera de cobrarse revancha de los ataques recibidos de la fanaticada del más acérrimo rival de los ‘Reds’

Apuntar que la mejor época de Robbie Fowler coincidió con un Liverpool en sequía de títulos y esto le privó al jugador levantar la Liga de Campeones y la Premier League. Su carrera en Anfield, no obstante, estuvo marcada por la conquista de dos FA Cup, dos Copas de la liga, una Supercopa de Europa y una Copa de la UEFA.

Tras su retiro, Fowler se dedicó a ser entrenador con muy poca suerte. Así, el exfutbolista se metió luego de lleno en el negocio inmobiliario, lo que derivó en su actual fortuna.