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Erling Haaland brilló al marcar su gol número 91 en 100 partidos con el Manchester City, iniciando la defensa del título de la Premier League con una victoria 2-0 sobre un Chelsea en reconstrucción. A pesar de no desplegar su mejor juego, el City logró imponerse gracias al poder goleador del noruego y a un tanto de Kovacic. El partido estuvo marcado por la lesión de Savinho, los intentos de Cole Palmer y la inestabilidad defensiva de los de Guardiola, que lograron controlar al Chelsea en la segunda mitad para sellar su triunfo.

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Ya son 91 goles en 100 partidos de Erling Haaland con el Manchester City, con el que festejó su centenario como el goleador que lanzó el inicio triunfal (2-0) de la defensa del título de Premier League ante un Chelsea aún en recomposición.

Ganadores el Arsenal, el Liverpool o el Manchester United en los días previos, el City contestó con la mejor respuesta de todas, la victoria. Cierto que más cuantitativa que cualitativa, que aún está lejos de su mejor expresión el conjunto celeste y que, por momentos en el primer tiempo, se sintió bastante incómodo. Ganó. Es lo más valioso.

Más aún en tardes como este domingo, cuando la temporada empieza a andar, sin aún muchos de sus futbolistas en el ritmo, la frescura y los mecanismos que forman parte de la identidad del poderoso conjunto de Pep Guardiola.

No necesita jugar bien el Manchester City. Es tal su potencial que incluso en momentos sombríos del colectivo surge cualquier individualidad, con toda la naturalidad del mundo, para marcar la diferencia. Este domingo, de nuevo, como tantas otras veces fue Haaland, combinado con Bernardo Silva, para gritar quién es el vigente campeón… Y el más favorito.

Beneficiado por el pase del internacional portugués, el gigante noruego controló el balón, irrumpió en el área con una fuerza inabordable para sus marcadores, especialmente para Cucurella, pero sobre todo definió con una calidad y una sutileza que expresan todas los recursos que concentra Haaland. Picó el balón un poquito. Imposible para Robert Sánchez.

Era el minuto 17. El único tiro del City, que, por lo demás, sin Rodrigo Hernández, transitó por todo el primer tiempo con una irregularidad manifiesta. Ni claro en ataque ni firme en defensa, expuesto unas cuantas veces a las carreras de Nkunku y Nico Jackson, cuya diferencia con Haaland es abismal.

El Chelsea no exigió una parada de Ederson hasta la recta final del primer tiempo. Cuando lo hizo Cole Palmer, el jugador del bando local del que surge todo lo bueno en ataque del conjunto londinense, el portero brasileño quedó en evidencia.

Al descanso, 0-1, con la lesión de Savinho, que aguantó hasta entonces, cambiado por Foden. El extremo brasileño, ágil, desbordante por momentos, primero por la banda izquierda y después por la derecha, cuando sobrepasó hasta en tres ocasiones a Cucurella, se dolió de la rodilla unos minutos antes, después de partir desde la titularidad.

El City domó al Chelsea en el primer cuarto de hora del segunda parte, con una oportunidad incluida de Haaland, hasta que Pedro Neto irrumpió sobre el terreno. El vertiginoso extremo, que le ha costado 60 millones de euros, fue más incontrolable para el conjunto visitante un ratito, diluido en cuanto pasaron los minutos, como todos sus compañeros.

Después perdió a Cucurella por una aparente sobrecarga en el minuto 80, cuando el partido había retornado a un aspecto anodino, manejado sin inquietudes por el Manchester City, controlador y ganador por Erling Haaland, 64 goles en 67 partidos en la Premier League, y por Kovavic, que arrancó en medio campo, disparó con la derecha y sentenció con el 0-2.