El Liverpool se estrenó en la Premier League con victoria, 0-2 ante el recién ascendido Ipswich Town, gracias al impulso de Mohamed Salah y de Dominik Szoboszlai.
Ausente un referente como Jürgen Klopp, el Liverpool inició la ‘era Arne Slot’ con un grupo totalmente continuista, sin fichajes (el único club de la Premier League sin caras nuevas) pero con el mismo reto de anteriores cursos: acabar con la hegemonía del Manchester City.
El exentrenador del Feyenoord tiene una labor titánica por delante. Ni más ni menos, que su público no eche de menos a Klopp, que sin duda dejó huella durante las nueve temporadas que se mantuvo en el cargo. Slot, con la experiencia de cinco cursos en la elite de los Países Bajos, ambiciona devolver a las vitrinas del Liverpool un título que no gana desde el curso 2019/20.
Enfrente, el Ipswich Town de Kieran McKenna, disputaba su primer encuentro en la máxima categoría del fútbol inglés 22 años después. Su ascenso la pasada temporada, el primero desde la campaña 1999/2000, estimuló a sus aficionados, que llenaron hasta la bandera Portman Road para ser testigos del regreso a la elite de su club.
Contagiados por las ganas de sus aficionados, fueron los pilares de su equipo, que salió a morder al Liverpool con una presión asfixiante con la que secó al equipo de Slot, incapaz de generar absolutamente nada durante los primeros 45 minutos.
Sin embargo, todo se acabó para el Ipswich Town en cuanto el Liverpool decidió pisar el acelerador para acabar con la incertidumbre. Entre Sboboszlai y Salah se encargaron de sofocar la rebelión del débil: a falta de media hora para el final, el centrocampista húngaro dio un pase espectacular al egipcio, que sólo tuvo que ceder la pelota a Diogo Jota para que el atacante portugués, a placer, abriera el marcador.
El tanto de Diogo Jota acabó con el choque. El Ipswich Town se vino abajo y terminó de hincar la rodilla apenas cinco minutos después, cuando otro gran pase de Szoboszlai habilitó a Salah para sentenciar el encuentro.
En el último año de su contrato, Salah demostró mantenerse a pleno rendimiento. Empieza fuerte, con un gol y una asistencia y con ganas de impulsar a su equipo hacia un título para el que aún quedan meses de pelea. De momento, con su efectividad y con la ayuda de un inspirado Szboszlai, el Liverpool dio el primero de la multitud de pasos que tendrán que dar para proclamarse campeones. Queda un mundo, pero el equipo de Slot ya conoce la palabra victoria.