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Países Bajos y Francia empataron sin goles en la Eurocopa 2024 en un encuentro que decepcionó las expectativas, disputado en el Red Bull Arena de Leipzig. Con este resultado, ambas selecciones lideran el Grupo D con 4 puntos, seguidas por Austria con 3 y Polonia sin sumar. Destacar que Kylian Mbappé estuvo en el banquillo por una fractura de nariz.

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Incompetente en el arte del gol, con dos errores clamorosos en la definición de Antoine Griezmann y sin Kylian Mbappé sobre el terreno de juego, Francia no pudo con Países Bajos y ambas selecciones firmaron el primer empate sin goles de la Eurocopa 2024 (0-0), en un partido marcado por las dudas que mantiene el conjunto dirigido por Didier Deschamps.

Francia necesitaba dar un golpe encima de la mesa después de su mala imagen ante Austria. Su pírrica victoria (0-1) con un triste tanto en propia meta de Wober exigía al combinado galo cambiar una marca bastante alejada de lo que debe tener un favorito a ganar la Eurocopa.

Por suerte (o no) para Deschamps, durante los días previos al choque sólo se habló del monotema de la nariz de Mbappé. Su fractura nasal, convertida en un problema nacional, escondió todos los problemas que dejó Francia en su debut.

Finalmente, Mbappé no apareció en la alineación. Ni siquiera con la máscara tan fotografiada en la víspera del choque. La protección, con la bandera francesa dibujada, pasó a ser negra por la normativa UEFA y el jugador del Real Madrid la lució durante el calentamiento.

Enfrente, Koeman quitó a Veerman del centro del campo, retrasó a Simons y colocó a Frimpong como gran novedad. Se mantuvo en sus trece ante las presiones de dar la titularidad a Werghorst, el héroe frente a Polonia. Y en un principio, el duelo pareció funcionar para los Países Bajos, que nada más sacar desde el centro del campo estuvo a punto de marcarse una jugada como la del la final que perdió frente a Alemania en el Mundial de 1974.

El susto para Francia fue importante. No era el mejor modo de iniciar su redención de los errores en su estreno. Sin embargo, se recuperó bien. En general, consiguió hacerse con el partido.

Kanté parece el de 2018, poco a poco recupera su mejor versión; Tchouaméni aportó algo de estabilidad y equilibrio; y Griezmann, sobre todo Griezmann, despertó como se le exigía después de su errático encuentro ante Austria.

Eso sí, se desperezó sin suerte, porque falló una de las ocasiones más claras que probablemente haya tenido nunca. Después de avisar con un disparo desde fuera del área que repelió Verbruggen, se encontró con una opción para marcar monumental.

Fue un desastre, pero nada que reprochar a la estrella gala. Sin duda, fue de lo mejor de su equipo. Sólo le faltó acierto para desestabilizar a un rival que tuvo sus opciones con las arrancadas de Gakpo, el más peligroso de los hombres de Koeman.

Mientras Schouten y Reijnders libraban una batalla tremenda por gobernar el centro del campo con Kanté y Tchouaméni, Gakpo, con sus dos compañeros casi siempre derrotados, consiguió salir a la carrera en varias ocasiones. Una de ellas la cerró con un intento desde fuera del área que Maignan salvó como buenamente pudo y los Países Bajos se quedaron sin premio.

El paso por la caseta no cambió nada. Aunque Francia siguió mostrándose como un equipo plano, que casi no transmitía nada, por lo menos funcionaba a base de arreones individuales y con los mismos protagonistas.

Aunque pareciera increíble, Griezmann volvió a fallar otra oportunidad tremenda. En esta ocasión, su oportunidad sucedió a un cabezazo clarísimo de Tchouaméni. Griezmann, delante de la portería, se trastabilló en el último instante y Francia volvió a quedarse sin un gol que pudo merecer.

Y encima, recibió un susto enorme con un tanto de Simons anulado por fuera de juego de Dumfries, que según el VAR molestaba a Maignan en la trayectoria del balón.

Y ya no hubo mucho más. Los cambios no afectaron al partido. Ni siquiera la entrada de Weghorst. Koeman sacó a su héroe a falta de diez minutos. Pero tampoco pasó nada con un atacante solvente porque no era la noche para marcar goles.

Sin Mbappé, con su mascara bien guardada en el banquillo, el partido, y con Griezmann señalado en ese aspecto, se convirtió en una mascarada en el arte de la definición. Nadie dio en la diana y ambos equipos sumaron su cuarto punto para dejar casi sentenciada su clasificación para octavos de final.