Pese a posicionarse durante años como resistencia al nazismo y ser conocidos como 'el club de los judíos', Bayern Múnich escondió por años su estrecho vínculo con el 'oficialismo' en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Recientemente eliminado en las semifinales de la Champions League a manos del Real Madrid -en un partido que tuvo de todo y que privó a la competición europea de volver a tener una final alemana-, el Bayern Múnich ha logrado consolidarse a lo largo de la historia como uno de los clubes más reconocidos, poderosos y exitosos. Sin embargo, pocos saben del vínculo que tuvo la institución con el Tercer Reich en el periodo de la Segunda Guerra Mundial, que llevó al cuadro bávaro a poner una esvástica nazi en su escudo. Un hecho que ha generado polémica y debate a lo largo de los años.
Este símbolo que representaba la ideología y valores del régimen nazi en el logo del gigante de la Bundesliga duró desde 1938 hasta 1945, cuando Alemania fue derrotada en la Segunda Guerra Mundial. Pese a autodenominarse el ‘club de los judíos’, este acontecimiento ha sido una gran mancha para el elenco bávaro, que después de la caída del nazismo fue sometido a intensas investigaciones y que, a día de hoy, sigue sin poder explicarlo.
Tiempos oscuros en el Bayern
A pesar de que la escuadra alemana, durante años, instaló un relato que destacaba su resistencia contra el régimen nazi y su compromiso con la comunidad judía durante el Holocausto, la polémica explotó en 2016 tras un reportaje de la revista Der Spiegel, que sacaba a la luz una incómoda investigación para el Bayern y que incluía una controversial tesis; “el club no fue ni mejor ni peor” que el resto de los equipos y que, a diferencia de su versión, fue una de las instituciones deportivas que más rápido se adaptó a los lineamientos nazis.
El artículo investigativo a cargo del filósofo e historiador alemán Markwart Herzog, quien se encargó de revisar todas las actas de reuniones y estatutos del club entre 1933 y 1945, dio a conocer inéditos detalles de cómo el cuadro bávaro tomó medidas contra sus miembros y socios judíos apenas Adolf Hitler tomó el poder, incluso cuando en un principio las organizaciones tenían la opción de evadir las políticas de acoso que comenzaba a implementar el gobierno nazi.
En aquel entonces, el Bayern gozaba de un buen presente en el fútbol alemán tras haberse consolidados campeones de la máxima división en 1932, gracias a la gestión de su presidente Kurt Landauer y su entrenador Richard Dombi, ambos de origen judío, quienes dejaron el club al año siguiente, luego del comienzo del Tercer Reich.
De un día para otro, todo cambiaba en el elenco campeón, aunque según el propio Herzog, de manera mucho más voluntaria de lo que se conocía.
“La Federación Alemana de Fútbol no obligaba a los equipos de fútbol a incluir un párrafo ario en sus estatutos”, afirma el filósofo en el reportaje, que revela cómo el Bayern instaló estas tajantes normas en 1935, dos años más tarde que uno de los clubes más populares de dicha época, el FC Núremberg.
“Los clubes deportivos que introdujeron tales párrafos en sus estatutos hicieron voluntariamente un mérito para adaptarse al orden político del Partido Nacionalsocialista”, aclaró Herzog, que también enfatizó en que en algunas organizaciones el acoso comenzó inmediatamente en 1933, mientras que “el Bayern sí tenía opción”.
El día que cambió su escudo por una esvástica nazi
Ya con los estatutos arios en marcha, el elenco que ostentaría seis Champions League varios años más tarde no sólo se sometió al nazismo en la interna, sino que también en su estética. En 1938, el Bayern pasó de un escudo más similar al concepto que usan actualmente a un escudo con tonalidades rojas, grises y negras con el nombre del club, la tradicional águila relacionada a los nazis y la esvástica en el centro.
Mientras el ‘gigante de Baviera’ lucía su nuevo y chocante escudo, en el mismo año, su expresidente judío fue llevado a un campo de concentración en la localidad de Dachau en una operación que pasó a llamarse popularmente como ‘La noche de los cristales rotos’. Sin embargo, gracias a su vasta experiencia en combate tras haber sido soldado durante la Primera Guerra Mundial, Kurt Landauer logró escapar, para luego, ser exiliado en Ginebra, Suiza.
Un año más tarde del ‘cambio de look’, el Bayern concretó su descenso a la segunda categoría alemana, donde le ofreció su puesto de presidente al alemán Josef Sauter, un conocido portavoz nazi de Múnich.
La versión del Bayern y su lucha por desmarcarse del nazismo
Pese a las evidencias y al polémico escudo que los representaba entre 1938 y 1945, el elenco bávaro se ha esmerado en relatar la historia de manera completamente distinta. Y es que, a través de su propio sitio web oficial, el club da a conocer su versión de los hechos que contrasta con las anteriores afirmaciones.
“Debido a sus raíces judías, el Bayern sufrió desventaja en muchos aspectos. El número de miembros, socios y espectadores cayó drásticamente. Durante los doce años de la dictadura fascista, la institución perdió su plaza en la cima del fútbol alemán y cayó al puesto n°81 en la clasificación del Reich”, revelan en un artículo titulado ‘Tiempos duros y reconstrucción’.
Tanto antes como después del Holocausto, el cuadro de Múnich ha sido catalogado como ‘el club de los judíos’. Dos de sus fundadores en 1900, Josef Pollack y Benno Elkan, tenían raíces judías. Además, una vez concretada la caída del nazismo en 1947, Kurt Landauer volvió a tomar la presidencia del equipo, donde se mantuvo hasta 1951, siendo el directivo que ha durado más años al mando del Bayern.
Por otra parte, el Bayern ha liderado diferentes campañas junto a la Bundesliga para conmemorar a las víctimas del Tercer Reich.
Pero, ¿realmente el cuadro bávaro se vio en desventaja tras la llegada de Hitler o decidió aliarse a los estatutos del régimen nazi voluntariamente? Esa es la pregunta que se hacen miles de hinchas del club y del fútbol alemán, ya que su situación no se parece en nada a la de equipos como el Eintracht Frankfurt, Karlsruher y Werder Bremen, que adoptaron la medida de excluir a miembros y socios judíos cuando ya era una orden obligatoria en 1940. Bayern ya lo había hecho en 1935 y fue el segundo elenco en adoptar estos estatutos después del FC Nuremberg.
Lo cierto que es que, de acuerdo al historiador alemán Markwart Herzog, una gran parte de los archivos del club sufrieron daños o derechamente desaparecieron tras un bombardeo aliado en 1944, por lo que existe mucha información que ha debido ser interpretada, incluso a día de hoy, por investigadores.
Luego del reportaje publicado por Der Spiegel en 2016, donde se cuestiona la calidad de “víctima” del Bayern en el régimen nazi y se le vincula con aquel “gobierno” alemán, la propia escuadra bávara ordenó una investigación histórica y profunda (que sigue en curso) para zanjar esta polémica y, de esta manera, aclarar cuál fue el rol y postura del club durante el periodo más oscuro que se ha vivido en Alemania y Europa.