Con un gol de penal en el tiempo añadido de la primera parte tras ser reafirmado del VAR, transformado por Florian Wirtz, el Bayer Leverkusen desatascó su visita ante Union Berlín, sumando otro triunfo, el noveno seguido en la Bundesliga y acaricia el primer título de liga de su historia.
A base de récords, de registros legendarios e inigualables, el conjunto de Xabi Alonso está cerca de romper una barrera y conseguir un hecho sin precedentes. El Leverkusen, que tenía su tope en la competición en cinco subcampeonatos, tiene esta vez el trofeo en la mano. Ya son 41 partidos sin perder.
A falta de seis jornadas para el cierre del ejercicio, aventaja en dieciséis puntos al Bayern Múnich que volvió a tropezar, esta vez en Heidenheim donde subrayó su dimisión por el campeonato que ha sido suyo durante las once últimas campañas.
Dos puntos separan al cuadro del técnico español del éxito. En la próxima fecha, ante el Werder Bremen en el Bay Arena, puede lograr el objetivo si el Bayern se estrella de nuevo.
No lo tuvo fácil en el Alte Foersterei donde el Union, al alza desde la llegada a su banquillo del croata Nenad Bjelica, hizo frente a su rival.
El Bayer Leverkusen, que lleva 24 victorias y cuatro empates en la presente campaña de la Bundesliga y que está en la final de la Copa, donde suma otros cinco encuentros sin conocer la derrota más los ocho de la Europa League, sólo pudo desatascar el choque cuando se quedó con un jugador más y gracias a un penalti que transformó Wirtz.
Fue en el añadido cuando ocurrió todo. Robin Gosens vio la segunda amarilla. Dejó al Union con diez y de la falta, en el lateral, llegó el penalti que cometió con la mano Christopher Trimmel. Lo ejecutó Florian Wirtz que puso por delante al Leverkusen.