Alexis Mac Allister se puso el esmoquin para dirigir al Liverpool hacia una victoria sufrida frente al Brighton (2-1), que sucumbió a las ganas de su rival de hacerse con el liderato de la Premier League.
Mac Allister dio una exhibición de principio a fin. Agrandó su figura para barrer los contragolpes del Brighton y para dirigir al conjunto ‘red’ como una máquina perfectamente engrasada para llevarse los tres puntos.
Después de firmar tablas frente al Manchester City (1-1) la pasada jornada, el Liverpool no tenía margen de error en la pelea encarnizada por el título que mantiene con el equipo de Pep Guardiola y con el Arsenal. Los tres, en un pañuelo, agotan las jornadas y ninguno cede en una lucha muy igualada.
El Brighton no era precisamente el rival más fácil para sumar los tres puntos para meter presión al Manchester City y al Arsenal, que después se enfrentaban entre ellos en un duelo de infarto. El conjunto dirigido por Roberto De Zerbi aún tiene opciones de alcanzar Europa y cuenta con una nómina de jugadores muy verticales y peligrosos capaces de complicar a cualquiera.
Uno de ellos, Danny Welbeck, tardó exactamente 1 minuto y 27 segundos en sorprender al Liverpool. A la carrera, en un contragolpe lanzado por Pascal Gross, el jugador del Brighton se encontró con la pelota al borde del área y lanzó un derechazo imparable para Caoimhín Kelleher.
El equipo de Jürgen Klopp no se amilanó. Consiguió estrangular al Brighton durante el resto de la primera parte. Con Alexis Mac Allister imperial en el centro de campo y con Mohamed Salah muy insistente, el Liverpool no cejó en su empeño hasta dar en la diana.
Fue Luis Díaz quien se encargó de igualar el marcador prácticamente a la media hora. Salah, de cabeza, remató un córner desde fuera del área. La pelota cayó en los pies de Joël Veltman, que erró despejando hacia su portería y por allí apareció el delantero colombiano para marcar el empate.
El tanto del Liverpool dio un respiro al Brighton. El ciclón ‘red’ bajó su intensidad para tomar carrerilla y regresar con fuerza en la segunda parte. El acoso, tras el paso por vestuarios, fue total.
Avisaron Mac Allister, Szoboszlai con disparos desde fuera del área que rozaron el gol. También Darwin Núñez, que se encontró con el cuerpo de Verbruggen en un remate a bocajarro. Y, finalmente, Salah rompió definitivamente la incertidumbre con un remate elegante desde dentro del área.
Pero más de medio gol fue de Mac Allister, que se sacó de la chistera una asistencia de muchos quilates. Con un toque al borde del área, rompió todas las líneas para dejar a Salah ante Verbruggen.
Al final, la sangre no llegó al río y el Liverpool respiró aliviado. Con un par de buenos ratos y con las apariciones de Salah y, sobre todo, de Mac Allister, se elevó hasta el liderato de la Premier League a la espera del resultado del Manchester City-Arsenal. Si el Arsenal no gana, el Liverpool acabará la jornada en el liderato.