La violencia entre hinchas de Boca y Fluminense, en la previa de la final de Copa Libertadores, sigue generando repercusiones en ambos países.

La barra brava de Boca Juniors se pronunció luego de los graves incidentes en Río de Janeiro, donde hinchas del cuadro ‘xeneize’ fueron emboscados por torcedores de Fluminense.

Lo anterior, en la previa de la final de Copa Libertadores entre ambos clubes, para lo que los fanáticos trasandinos se han movilizado en masa para el encuentro de este sábado en el estadio Maracaná.

A los brasileños, que serán “locales” en el duelo decisivo -la sede se definió el año pasado-, no le gustó la fiesta que los trasandinos armaban en las playas de Río y provocaron graves desmanes en Copacabana.

Ahora, según Olé, uno de los líderes de la barra de Boca, Marcelo Aravena, envió un amenazante mensaje a quienes atacaron a los hinchas argentinos.

“Les pido que hagan llegar ahí a la gente: que espere que lleguemos nosotros y que los de Fluminense nos vengan a buscar. La barra y la gente común vamos a defender a todas las hinchadas, a toda la gente de Boca”, amenazó el reconocido barrista.

“Que los de Fluminense nos vengan a buscar. Cuando lleguemos, que vengan… Están obligados a pelear con la barra de Boca. Barra con barra, que no peleen con la gente. Que peleen con la barra de Boca”, agregó Aravena.

Conmebol reacciona a incidentes antes de la Copa Libertadores

Conmebol expresó este jueves su repudio a la violencia después de registrarse incidentes entre cientos de hinchas de Boca Juniors y Fluminense en Río de Janeiro, a dos días de la final de la Copa Libertadores.

“La Conmebol hace un llamado a los hinchas de Boca Juniors y Fluminense a compartir todos juntos los momentos de alegría y celebración que nos dan nuestro fútbol. Los valores del deporte que más nos apasiona deben ser inspiradores de conductas de paz y armonía. Por eso, repudiamos los actos de violencia y racismo que se puedan producir en el marco de esta final”, dijo Conmebol en su cuenta de X.

El mensaje de la confederación se produjo horas después de que un grupo numeroso de hinchas del club brasileño cercaran a aficionados de Boca Juniors en la playa de Copacabana y les expulsaran violentamente del arenal.

La policía, que había reforzado Copacabana para evitar este tipo de incidentes, terminó dispersando a las aficiones de ambos equipos con gases lacrimógenos.

Las imágenes del ataque y de la correría provocada se multiplicaron en las redes sociales, especialmente de los aficionados argentinos quejándose de la violencia sufrida.

La única persona detenida fue un argentino, pero la policía no informó los motivos del arresto.