Este jueves, el Flamengo de Erick Pulgar se impuso por la cuenta mínima al Olimpia en el encuentro de ida por los octavos de final de la Copa Libertadores y, además de ponerse en ventaja en la llave, dio un gran paso para superar la crisis interna que provocó la agresión del preparador físico del técnico Jorge Sampaoli al delantero Pedro.
El puñetazo del pasado sábado, que llegó a poner en duda la continuidad del casildense en el vigente campeón del certamen continental, fue resuelto con el despido de Pablo Fernández -el agresor- y con una sanción a Pedro por negarse a acudir al entrenamiento del lunes.
Sin el jugador agredido en la cancha, los jugadores del ‘Mengao’ se mostraron unidos y comprometidos con el exestratega de La Roja, con quien completaron once victorias en 14 partidos y sólo una caída.
Pese a la dificultad para abrir el marcador, el conjunto carioca fue el claro dominador frente a un Olimpia que no conocía la victoria hace seis encuentros (cuatro derrotas y dos empates), pese a haber avanzado invicto a octavos de la Libertadores como líder de su grupo, con 14 puntos.
El ‘Fla’ salió al ataque en el segundo tiempo, luego de una opaca primera parte, y tan sólo necesitó de dos minutos para abrir el marcador con Bruno Henrique como el héroe, llegando libre al área y rematando un balón levantado por Gabriel Barbosa.
Un gol importante del delantero brasileño que, sin pensarlo, decidió ir a celebrarlo con Sampaoli y demostrarle al mundo que los conflictos con el DT se han zanjado.
Tras el pitazo final, el argentino decidió referirse al tema con Pedro y ponerle punto final: “Lo de Pablo fue lamentable y tuvo que dejar el club. Siempre que tengo que hablar con mis compañeros de trabajo, lo hablo puertas adentro. El tema ya está resuelto, no tengo más nada que decir sobre eso“.