Por ahora, la liga de Perú atraviesa por complicados momentos, ya que diversos equipos de la Primera División de la nación ‘incaica’ se han negado a jugar en el reinicio del campeonato y varios son los motivos que generan esta polémica, como el caos en tierras altiplánicas.
El estallido social y la crisis política, son factores que complementan al problema principal que afecta a la competición peruana, ya que 7 elencos de la máxima categoría se ese país, acusan irregularidades en los permisos de las transmisiones de los diversos partidos del campeonato.
Hace algunos días, se hizo pública una medida cautelar que falló en favor de la FPF (Federación Peruana de Fútbol) y que ordenó suspender todos los contratos televisivos relacionados con el fútbol peruano que no cuenten con “autorización o aprobación expresa” de la FPF.
Como respuesta, los clubes como: Cusco, Alianza Lima, Melgar, Sport Boys, Municipal, Binacional y Cienciano, emitieron un comunicado en redes en el que se negaron a competir hasta que se suspenda la medida cautelar.
Es así como Cusco y Melgar ya han perdido sus primeros duelos por no presentarse a sus respectivos partidos y esto ha impulsado a que el caos que se vive en el torneo de Perú, se de a conocer a nivel internacional
El comunicado de los equipos
“Manifestamos que no participaremos de la Liga 1 2023 hasta que la FPF levante la irregular medida cautelar que ha logrado imponer de manera arbitraria e ilegal al acudir al Poder Judicial y que pone en riesgo el presente y el futuro del fútbol peruano“, informaron los equipos.
Además, como reconocieron a EFE fuentes de estos clubes, criticaron la falta de transparencia de la negociación entre la FPF y la empresa concesionaria y rechazaron perder la capacidad de negociar de forma individual sus contratos televisivos.
Los derechos de televisión en el centro de la polémica
En la negociación acordada entre la FPF y la empresa chilena 1190 Sports los clubes reciben un 70 % de la venta de los derechos en base a aspectos como su masa social o sus títulos, y la Federación percibe un 10 % de los ingresos de cada club, como recordaron a EFE fuentes de la FPF.
Los ingresos restantes irían destinados a la empresa concesionaria, quien, tras el fracaso de la licitación pública, negocio de forma individual el contrato con la FPF, órgano privado que rige la liga.
Desde la federación comprenden que esta comercialización centralizada del fútbol peruano, hecho que recomienda la FIFA, evitará posibles casos de corrupción en las negociaciones de cada conjunto.
El representante de Universitario lamentó la decisión anunciada la noche del jueves de siete equipos de no participar en la jornada inaugural del Torneo Apertura por un conflicto de derechos televisivos con la FPF, titular de los derechos.
“El llamado no es a los 7 equipos, sino a los otros 18 clubes. Hacemos un llamado de atención. Estamos diciendo que es momento de juntarse y llegar a acuerdos. No jugar no es una solución”, señaló Ferrari.
La Liga 1 debía comenzar este fin de semana a puerta cerrada tras dos jornadas en las que el campeonato fue suspendido por las manifestaciones antigubernamentales que azotan a todo Perú desde el 11 de diciembre y que suman 66 muertos.