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El delantero chileno Eduardo Vargas respondió en redes sociales a las críticas de Rafael Miranda, exjugador del Atlético Mineiro y comentarista, por sus fallos en la final de la Copa Libertadores 2024 ante Botafogo. A pesar de anotar el único gol del \'Galo\', Vargas quedó marcado por dos ocasiones perdidas clave. Miranda señaló que un gol fallado por Vargas podría haber cambiado el futuro del equipo y del técnico Gabriel Milito. Vargas, visiblemente molesto, mencionó la falta de regularidad y pocos minutos en el equipo. Tras dejar el Atlético, el jugador de 35 años expresó su descontento en medio de críticas y busca un nuevo club.
Eduardo Vargas estalló en las redes sociales ante las críticas de un exjugador del Atlético Mineiro y actual comentarista, principalmente por sus fallos en la final de la Copa Libertadores 2024 ante Botafogo.
Pese a marcar el único gol del ‘Galo’ en la definición en el Monumental de River (1-3), el chileno quedó ‘marcado’ por las dos claras ocasiones perdidas ante el ‘Fogao’ en el estadio Monumental de River Plate.
En las últimas horas, el exjugador del elenco de Belo Horizonte, Rafael Miranda, destacó un gol que falló el ex Universidad de Chile en la final del certamen continental. Apuntó que esa jugada pudo cambiar el futuro del Atlético, del DT Gabriel Milito y del propio Vargas.
“Qué dinámico es el fútbol, cómo una jugada cambia la vida de un deportista, de un club, de un entrenador. Vargas tendría contrato en blanco para renovar. Milito estaría en Galo y entraría en la galería de los principales entrenadores de la historia del Atlético”, escribió.
Y Vargas no se quedó callado ante esta publicación de quien fuera volante defensivo del ‘Galo’ de 2005 al 2009 y hoy comentarista de radio Rede98 en Brasil.
“También es difícil cuando entras sólo cuando estás perdiendo y siempre tienes pocos minutos”, replicó el atacante nacional, quien dejó recientemente el Atlético y hoy busca club.
De esta manera, el ariete de 35 años exteriorizó su descontento con la situación, apuntando que siempre tuvo escasa regularidad en una temporada donde el Atlético terminó duodécimo en el Brasileirao, con 47 puntos.
