El Mundial de Sudáfrica 2010 tiene un lugar especial en futboleros y futboleras nacionales, al significar el regreso de La Roja a la cita planetaria tras largos doce años de ausencia. Los pupilos de Marcelo Bielsa clasificaron segundos en la tabla de Conmebol de la época, en una histórica campaña marcada por el gran juego colectivo y el estado de gracia de Humberto ‘Chupete’ Suazo.
Como pieza clave de la campaña, los diez goles del sanantonino, máximo goleador de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial, catapultaron a Chile a su notable gesta y cuando ya estaba la ilusión con miras a suelo africano, apareció el infortunio en un áspero cruce con un fiero rival: Sergio Ramos.
Un 24 de abril de 2010, a solo siete semanas del evento mundialista en Sudáfrica, el Zaragoza de Humberto Suazo enfrentó en La Romareda al Real Madrid -dirigido por Manuel Pellegrini– en la fecha 34 de LaLiga.
Cuando transcurrían 16 minutos del duelo, el chileno fue a disputar un balón con el defensor madridista… y sacó la peor parte. Al instante, el exdelantero de Colo Colo mostró evidentes gestos de dolor y fue finalmente reemplazado. Su equipo, en tanto, cayó por 1-2 ante los merengues, pero eso poco importaba.
Un Mundial ingrato y el respaldo de Bielsa
Tras el partido, todo Chile esperaba por el diagnóstico del atacante, de quien se confirmó que padecía una luxación por rotura parcial del ligamento glenohumeral.
Contra el tiempo, el delantero fue operado. Lo cierto es, que tras ser frenado por la lesión en su mejor momento, no pudo disfrutar del que fue su único Mundial con Chile y así lo muestran los números: 136 minutos disputados en apenas dos duelos, un primer tiempo ante Suiza y la titularidad en la despedida en octavos de final ante Brasil.
Pese a su delicada situación, de igual manera Marcelo Bielsa exhibió un importante respaldo al incluir a Humberto ‘Chupete’ Suazo en la nómina de futbolistas que representaron a La Roja en Sudáfrica.
En aquel entonces, se especuló que hubo una mala intención de Sergio Ramos como motivante de su accionar, al ser España una de las rivales del representativo nacional en el grupo H. Quedó en eso.
A pesar de todo lo ocurrido, lo concreto es que el goleador cimentó su leyenda en La Roja, pese a que no pudo despuntar en el Mundial durante su mejor momento con la camiseta nacional. El experimentado central, en tanto, terminó coronándose campeón.
Con el paso de los años, para fanáticos y fanáticas chilenas aparece un mal recuerdo y más aún, la incógnita de qué hubiera pasado si el goleador chileno llegaba en óptimas condiciones a Sudáfrica.