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Del ’telefonazo’ de Guede a romperla en Arabia: René Díaz, el chileno que toca la gloria con Al Hilal

08 junio 2024 | 06:40

“Como portero no llegue mas allá de ser de tercera categoría. Fui honesto conmigo, pero mi enfoque fue siempre seguir ligado al fútbol”. Desde aquellos dichos, el chileno René Díaz buscó siempre mantener su nexo con el deporte y años después, puede decir que tocó el cielo en Arabia Saudita, al ser pieza clave del cuerpo técnico campeón con el Al-Hilal sub 19 en la liga local.

Pero, ¿cómo llega un compatriota a un país tan lejano? Todo, según cuenta, es por su pasión y fuerza de trabajo. Tras realizar una carrera como portero en Huachipato, Constitución Unido, Deportes Temuco y Fernández Vial, el exjugador quiso expandir sus experiencias para enseñarle a los demás.

“En mi familia son todos docentes, mis padres, mis hermanas y mis tías, todos profesores. Siempre me gustó el hecho de poder enseñar, es una faceta en la que estuve involucrado toda la vida”, contó desde Riad a BBCL.

René Díaz como jugador de Fernández Vial PA Al-Hilal

Partiendo desde abajo

Su historia como preparador de arqueros comienza en 2013, cuando realizó su práctica profesional, con ayuda de Jorge Torres y Héctor Balocchi, en la escuela de fútbol de Colo Colo Concepción.

A partir de ahí, su disciplina lo llevó a diversos clubes del fútbol nacional. Desde las cadetes de Deportes Concepción, pasando por proceso tras proceso con Mario Salas, Hugo Vilches y Miguel Ponce en Huachipato e incluso, trabajando para La Roja Femenina, luego dio el salto a Colo Colo, donde coincidió con Pablo Guede.

– ¿Cuál es la clave de lo que usted inculca, en el aspecto que considere, para formar a un portero?

– Desde mi punto de vista, ya sean adultos o niños profesionales de cadetes, la clave es la disciplina. El disciplinado va a vencer al talentoso en algún momento y esto, envuelve todos los aspectos psicológicos de un portero: concentración, espíritu de lucha, superación, respeto por la profesión, por el compañero, por el profesor. Lo principal es predicar con el ejemplo, el valor de la persona con disciplina no disminuye en lo absoluto.

– Teniendo en cuenta su experiencia, ¿cómo es para un preparador de arqueros estar inserto y mas aún, asumir un rol clave en un cuerpo técnico?

– El rol en el cuerpo técnico es ser el especialista en el puesto. Partiendo desde esa base, hay que saber sobre los momentos del juego. No es entrenar para que el arquero se canse, es para que mejore, para que realice situaciones y momentos del juego que va a enfrentar. Lo primero a trabajar con el cuerpo técnico es la selección del portero, cada entrenador se debe adaptar a lo que tiene. Si tengo la posibilidad de incorporar un perfil que sea acorde a la filosofía de juego del club y al estilo del entrenador, es mucho más fácil todo.

– A la hora de hacer balances, ¿con cuáles porteros ha tenido mayor conexión para trabajar?

– Los más fáciles que me ha tocado entrenar, por temas de conexión, han sido los más grandes: Agustín Orión, Justo Villar, Christiane Endler, Ignacio Arce de La Calera, que jugaba desgarrado; Fabián Cerda y Paulo Garcés en Curicó Unido, Christopher Toselli y Nery Veloso en Palestino, todos con muy buena comunicación y soy agradecido de todos ellos, al igual que con Carlos Kletnicki y Jonathan Salvador que estuvieron conmigo en mis inicios.

René Díaz y Pablo Guede Al-Hilal Al-Ahli nota

De un teléfono descargado al cambio de vida: su llegada a Arabia

En su mencionado ciclo con los albos junto a Carlos Pedemonte, Díaz dio el salto al primer equipo de Colo Colo en 2017, por expresa petición del propio Guede. Con el trasandino, fue parte de un fructífero ciclo que incluyó dos Supercopas de Chile y un título de Primera División.

Luego, el entonces DT del ‘Cacique’ renunció a su puesto en abril de 2018 tras vencer por 1-3 a La U en el Superclásico. Tiempo después, los caminos del PA y el estratega se volvieron a juntar de una manera increíble. “Fue como una intuición, una premonición”, dijo.

– ¿Cómo se comienza a gestar su llegada a Arabia Saudita?

– Todo parte desde una noche en la que con Colo Colo volvimos de jugar la Libertadores con Atlético Nacional en Colombia y el celular se me descargó, aproximadamente de un día o otro. Llegué a la casa y mi señora me dijo que me llamó Pablo Guede. Sin mentir, tenía más de 15 llamadas perdidas y unos buenos rosarios de él. “Contestá el teléfono, boludo”, me decía.

– Me imagino que su decisión fue inmediata…

– De inmediato, Pablo me dice: ‘Voy a firmar en Arabia. Si firmo, ¿te vienes conmigo?’. Mi señora me impulsó a decirle que sí enseguida. Dos días después me llamó y me explicó las condiciones de trabajo de golpe, algo totalmente nuevo y chocante.

– ¿Que sintió al ver que Pablo Guede lo consideró, primero en Colo Colo y después en Al-Ahli?

– Cuando el profe (Pablo) me llamó, fue una sorpresa muy grata. Cuando estuvimos en Arabia compartimos mucho con la familia, nos invitaba a todos con el cuerpo técnico. Tiene un carácter fuerte en lo laboral, pero bajo presión él trabaja mejor. Además, considero que él me sacó mucho rendimiento. Creo que a veces se le malinterpreta su personalidad por su relación con la prensa, pero gracias a él se catapultó mi carrera y tengo la suerte de estar hoy en Arabia porque él me trajo. Solo tengo palabras de elogio y agradecimiento para Pablo Guede.

Así entonces, el oriundo de Los Ángeles dio el salto al fútbol asiático como PA del Al Ahli, donde coincidió con dos compatriotas: Claudio Baeza y Paulo Díaz. De ambos, guarda los mejores recuerdos.

“Con Claudio trabajamos juntos en Colo Colo, él fue pieza clave de los títulos que se ganaron bajo el ciclo de Pablo Guede, años muy importantes. Después, el profe se lo lleva a Arabia y la relación fue muy buena, vivimos en el mismo condominio y hacíamos cosas juntos en familia, mis hijos jugaban play con él. Además, ambos somos de Los Ángeles, entonces siempre hubo esa cercanía. Me alegro que le esté yendo bien, siempre fue alguien muy profesional”, señaló.

Respecto a Paulo, dijo: “Yo lo conocí cuando llegó allá, no coinicidimos antes. Es una persona excelente, de hecho, su hijo se llama Agustín Ignacio por mi hijo Ignacio. Mi señora y su señora se hicieron muy amigas y hacíamos muchas cosas juntos, mantenemos contacto con ellos. Estoy contentísimo por él, hoy en día es el mejor central de fútbol argentino y pieza clave en la Selección”.

René Díaz junto a Claudio Baeza y Paulo Díaz

Posteriormente y tras volver a Chile en las filas del Curicó Unido dirigido por Nicolás Larcamón (2020), Palestino (2021) y Rangers de Talca Unión La Calera (2022), otro llamado lo sorprendió, uno definitivo. El Al-Hilal quería contar con sus servicios.

Riad: lejos de la familia y un destino sellado

En 2023, el preparador de arqueros chileno llegó al Al-Hilal. “Al principio fue difícil la comunicación, el tema religioso también me complicó, la vestimenta. Cuando hay rezo, se cierran las tiendas, hay otros horarios, pero después uno se acostumbra”, contó.

– Me imagino que se extraña estar en familia…

– Obviamente, el tema de la familia es muy complicado. Se echan de menos. Cuando estuvimos en Chile y en Al-Ahli estuvimos acá, pero hasta ahora no se ha podido dar. En los colegios internacionales se paga una locura, diría que es más caro que una carrera universitaria. Voy regularmente a Chile, se extraña a la familia, hacer un asado, ir a la playa. Esto último tiene sus limitaciones, la policía te para si te metes muy adentro del agua, para las mujeres es imposible estar en bikini por temas religiosos.

– ¿Cómo es la experiencia de vida allá?

– He vivido en un ambiente de mucha simpatía. Ellos son muy cordiales, sobre todo con la gente de habla hispana, quizás donde hay una similitud por tener familias numerosas, respetar a los mayores y cosas así. En cuanto a alimentación, a comida es muy picante, todo tiene ají y está bien sazonado. No hay alcohol, jajaja. Se puede beber jugo, té o café, pero es más sano. Aquí la vida se hace de noche producto del calor, se puede estar hasta las tres de la mañana en centros comerciales, restaurantes. Así funciona todo, es una rutina a la que te acostumbras y no interfiere con el fútbol.

– ¿Es tan lujoso como se ve?

– Es cierto que hay cosas de lujo, pero no todo lo que brilla es oro. Acá en Arabia hay mucha limosina, parques en medio del desierto, pistas de hielo, malls gigantes, restaurantes con pisos giratorios, pero también desigualdad. La gente que viene de afuera vive en piezas pequeñas o pidiendo limosna. Los saudíes tienen mucho dinero, en su mayoría por herencia. Los inmigrantes no tienen ningún beneficio y la posibilidad de encontrar trabajo es remota, no se puede pedir limosna ni dar dinero, porque te multan. A mí no me gusta mucho el lujo, prefiero la naturaleza, las dunas. Hay un lugar que se llama ‘El borde del mundo’ (Jebel Fihrayn), un acantilado gigantesco parecido al Valle de la Luna, es fantástico.

De a poco, Díaz se fue adecuando a su contexto y los frutos no tardaron en llegar, como sostiene, a punta de dedicación por su labor.

“La liga evolucionó mucho, las figuras ya no son las de antes. El jugador saudí ahora se prepara para competir contra Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, contra Mitrovic, que son jugadores de élite y tenemos que prepararlos para que estén a ese nivel. Es un desarrollo que también se traspasa a la Selección de acá y todo, es un trabajo conjunto con los clubes“, relató.

René Díaz y dos de sus porteros en la Sub-19 del Al-Hilal cedida

Formando campeones y conviviendo entre estrellas: su futuro en Al-Hilal

Ya establecido en el gigante saudí, René Díaz se desempeña como jefe del área formativa de porteros del club, en donde ha podido seguir con la vocación de preparar nuevos talentos para el futuro y también, lo que experimentó en suelo nacional.

– Desde su perspectiva, ¿cuáles son las diferencias que identifica entre un portero chileno y uno saudí?

– El jugador chileno tiene más espíritu de lucha, se adapta más rápido, sabe luchar contra la adversidad, ser hijo del rigor y sobreponernos a trabajar que con un balón que no sea de calidad, a estar en una cancha de tierra, bajarse cuatro horas y jugar. En cambio, acá muchos lo miran como una escuela. Como que si entrenan, pueden llegar a lo más alto y hacer mucho dinero, pero si estudian también por un tema familiar, entonces lo ven así. Las canchas, los viajes, son otro nivel, en perfectas condiciones. A nivel administrativo es más profesional, pero creo que se pierde la ambición. Se respeta su punto de vista, es parte de su idiosincrasia, su forma de ser.

– ¿Ha tenido alguna dificultad a la hora de entrenar a los guardametas locales?

– Los arqueros más difíciles que me ha tocado entrenar son con los que trabajo ahora. La llegada con el jugador es importante y tienden a pensar de que entre más se cansan, mejor trabajan. A mí me gusta preparar sesiones con situaciones reales, más allá de cualquier coreografía que se pueda dar, que sea lo que el desarrollo del juego y el entrenador pide de un portero líbero, tomar decisiones rápidas.

– Volviendo a Arabia, ¿qué ha sido lo más sorprendente que ha visto?

– No tiene que ver con nuestro equipo, pero me sorprendió que cuando Cristiano Ronaldo pasa por acá, cierran la calle. El está en el Al-Nassr, pero su club queda casi en la misma dirección que la de Al-Hilal, entonces hay gente que lo intenta parar en las esquinas para pedirle fotos, un autógrafo. Hay una van y escoltas policiales que lo trasladan.

– Además del trabajo formativo, ¿cómo es para usted estar en un club grande y además, lleno de cracks mundiales?

– En primer lugar, debo decir que son personas muy agradables y la institución, muy buena. Koulibaly, por ejemplo, se saca muchas fotos con los juveniles y si hay alguna actividad, participa. Bono es alguien muy simpático, siempre con buena disposición en los entrenamientos en que me ha tocado estar con él. André Carrillo, el peruano, y el brasileño Michael Delgado, son otros que también son muy cercanos. A Neymar lo he visto una vez. Por tema de contrato, él llega al camarín, tiene entrenador personal, trabaja con el equipo también, se baña y se va.

– ¿Cómo se maneja eso desde el club?

– La política del club respecto al tratamiento de los jugadores es muy rigurosa. Nosotros tenemos prohibido sacarnos fotos con ellos, a pesar de que son muy cordiales y educados. Los futbolistas del primer equipo pasan cerca tuyo y tienes contacto con ellos, pero el club no te deja tener fotos con ellos porque invades su privacidad y también, por temas de marketing, dado que tienen contratos de por medio. Pero reitero, la relación que tenemos en súper buena.

René Díaz en una pretemporada del Al-Hilal en Salzburgo, Austria

Volviendo a lo deportivo, René Díaz hoy forma parte del cuerpo técnico liderado por el portugués Paulo Nunes, que el pasado 28 de mayo obtuvo el Campeonato Sub-19 del fútbol árabe con el equipo de Riad.

Con un título bajo el brazo, ya es hora de enfocarse en una nueva temporada pero antes, tomarse un descanso.

– Tras la consagración, ¿qué es lo que viene para René Díaz?

– Ahora vuelvo a Chile, tengo mi renovación sellada en el club y ya estamos pensando en el próximo proyecto. Cerramos el año con un título, que es algo muy bueno y significa que estamos haciendo las cosas bien con el club y también, con el área de porteros. Es un orgullo ser campeón, más lejos de casa y sobre todo, ver qye tu trabajo se va valorizando. Trato de entregarme al máximo por mi profesión, tal como me dijo mi profesor Luis Castro, que me dijo que tenía que entrenarlos a todos como si debutaran mañana en Primera División.

– ¿Cuál es el mensaje que le deja a quienes lean su historia?

– En mi caso, cuando llegué acá no sabía a hablar inglés y ahora puedo comunicarme en árabe. Uno nunca está preparado hasta que le toca vivir una situación, entonces, yo creo que la adaptación, como respondes, es lo que desarrolla a las personas. Lo demás, es entregarse al máximo y tratar que el otro aprenda de ti, hay que ser autocrítico también en esta profesión. Enseñar y corregir, son cosas distintas.

René Díaz con su medalla y titulo de campeón juvenil con Al-Hilal