El chileno Alexis Sánchez, delantero del Inter de Milán, realizó un comentado gesto durante el triunfo ‘lombardo’ 2-0 ante Torino por la Serie A.
Con una victoria incontestable ante el Torino (2-0), firmada con el sello personal en forma de doblete del turco Hakan Calhanoglu, el Inter celebró este domingo su ‘Scudetto’ y dio comienzo sobre el césped de San Siro a una tarde de fiesta en Milán.
La fiesta solo acaba de comenzar en la parte ‘nerazzurra’ de Milán. La reunión de 15.000 aficionados en el Duomo tras el derbi ante el Milan que certificó el título fue solo el aperitivo que abrió boca para este domingo, en el que el equipo recorrerá las calles de la ciudad con un autobús que terminará también en Duomo, de nuevo abarrotado de negro y azul.
Era un día para disfrutar y, aunque el resultado era lo de menos, el Inter quiso cumplir con su parte para tener una jornada inolvidable.
El comienzo de la segunda mitad, con la expulsión del camerunés Adrien Tameze por una falta sobre el armenio Henrik Mkhitaryan, que se quedaba solo dentro del área, facilitó el camino. Duró la resistencia del Torino apenas 7 minutos desde la expulsión y en solo 4 sentenció el duelo Calhanoglu.
Primero con una volea con su pierna zurda que dio rienda suelta a una fiesta incontenible en el minuto 56. Y poco después, en el 60′, con el penal cometido sobre el galo Marcus Thuram y que le ofreció al argentino Lautaro Martínez, que pelea por ser el máximo goleador de la Serie A.
Pero en el Inter hay un lanzador claro y ese es Calhanoglu. Lautaro rechazó amablemente el ofrecimiento y dejó al especialista, que no ha fallado desde los once metros desde 2020. Van 16 seguidos en su cuenta y ha superado los 15 de Ibrahimovic.
En ese momento, cuando todo el plantel ‘lombardo’ celebraba el doblete del turco, Alexis Sánchez hizo un gesto a la banca de Simone Inzaghi.
Con sus manos, ‘Maravilla’ exigió minutos pidiendo el cambio, ya que el duelo estaba resuelto y él quería algo de protagonismo. El DT entendió y lo mandó a la cancha segundos después.
Fue un partido plácido para el campeón. La fiesta comenzó el lunes, pero le quedan varias jornadas de recorrido. Hasta Simone Inzaghi, entrenador del Inter, correspondió a los cánticos de la grada con algún que otro gesto a los que no acostumbra, mucho más destensado de lo habitual.