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Un triple desde el centro de la cancha de Josh Giddey sobre la bocina fulminó este jueves a Los Angeles Lakers en su visita al United Center de Chicago contra los Bulls (119-117) en la NBA, en un final de infarto en el que los angelinos desperdiciaron cinco puntos de ventaja en los últimos diez segundos.

Pasó de todo en el United Center de Chicago. Los Lakers, que estuvieron perdiendo por 13 puntos al comienzo del partido, tenían 20 de margen en el cuarto período, pero fueron remontados por unos Bulls que ganaron nueve de sus últimos once partidos y que, tras las salidas de DeMar DeRoza y Zach LaVine, han encontrado una dinámica ganadora.

Austin Reaves (30 puntos) pudo ser el héroe del partido para los Lakers, incluso después de la remontada de los Bulls. Se la jugó dos veces ante la defensa de los Bulls y dio ventaja 115-110 y 117-116 a los angelinos con dos espectaculares entradas.

Los Lakers lo tuvieron ganado con diez segundos por jugar y 115-110 en el luminoso. Pero Patrick Williams conectó un triple y LeBron James falló al poner el balón en juego, al entregarlo a Josh Giddey.

El australiano dio la asistencia a Coby White, quien conectó otro triple para el 116-115 y remontó el marcador con 6,1 segundos por jugarse.

Aún así, Reaves había salido al rescate de los Lakers, que no pudieron encontrar a LeBron libre y se las ingenió para poner otra vez a Los Angeles adelante.

Con tres segundos y sin tiempos muertos, los Bulls intentaron dar sentido a su última posesión. Giddey llegó a mitad de pista e intentó un triple salvador, que entró. Fue el definitivo 119-117 que hundió a los Lakers.

Hace apenas 24 horas, los angelinos habían ganado sobre la bocina a los Indiana Pacers, con una canasta decisiva de LeBron James.