Lonzo Ball volvió a jugar este miércoles con los Chicago Bulls de la NBA, luego de 1.006 días, tras un calvario de lesiones que le tuvo lejos de las canchas durante casi dos años.
El base, número dos del Draft de 2017, jugó este miércoles 15 minutos en el amistoso de pretemporada que los Bulls ganaron por 125-123 a los Minnesota Timberwolves.
Ball logró 10 puntos (4 de 6 en tiros, 2 de 4 en triples) además de un rebote, una asistencia, un tapón y un robo. Este fue su primer partido con los Bulls desde el 14 de enero de 2022.
Según recuerda Marca, el base jugó su último duelo el 14 de enero de 2022, día en el que sufrió una grave lesión en su rodilla izquierda: rotura de meniscos.
Sin embargo, lo que parecía ser una baja de ocho semanas, se transformó en un calvario para el ex Lakers y Pelicans: se sometió a tres artroscopias y a un trasplante de cartílago. Su regreso a las canchas era, en un 99%, imposible.
Recuperación milagrosa de Lonzo Ball
Lo de Lonzo Ball podría considerarse, incluso, un milagro. Hasta ayer, no había registros de un deportista de élite que se recuperara de un trasplante de menisco y cartílago.
“Esto es algo de lo que nadie se ha recuperado realmente, así que seré el primero”, comentaba hace unas semanas el jugador de los Bulls.
Y tras su regreso a las canchas, Ball declaró que “no lo noté en absoluto. Sentí que me estaba moviendo muy bien. Así que ahora se trata de seguir mejorando, seguir haciéndolo noche tras noche”.
“No es el mismo cuerpo con el que empecé, pero creo que todavía puedo ser productivo y efectivo en la cancha. Por eso sigo intentando jugar”, añadió el renacido base de los Chicago Bulls.