Karl Malone se convirtió en el único de los 'grandes' de la NBA en mostrar públicamente su reticencia de jugar con Magic Johnson por riesgo a contraer el VIH. Dolido por ello, la máxima estrella de los Lakers concretó su retiro en 1992.

Karl Malone, una de las máximas figuras de la NBA de fines de los 80’ y comienzo de los 90’, ha sido apuntado con frecuencia como el responsable del retiro definitivo del básquetbol de Earvin Magic Johnson, uno de los más grandes exponentes de este deporte.

La historia comenzó un 7 de noviembre de 1991, día que marcó un antes y un después en la NBA, la liga de básquetbol más importante del planeta. Parado frente a una sala repleta de periodistas, Magic anunció que era VIH positivo y que por lo tanto, ese mismo día, dejaba de ser jugador de Los Ángeles Lakers.

“Soy seropositivo”: El anuncio que sorprendió al mundo del deporte

“Buenas tardes. A causa del virus del VIH que he contraído, me veo obligado a retirarme de los Lakers. Quiero dejar claro, en primer lugar, que no tengo el sidaSoy seropositivo. Mi esposa está bien. Ha dado negativo, por lo que no hay problemas con ella. Tengo previsto vivir mucho tiempo”, indicó un nervioso Johnson en una concurrida conferencia de prensa.

En ese momento -hace 31 años atrás- el VIH todavía era un tabú. Para muchos, una condena de muerte; para casi todos, una condena social.

Magic, en ese entonces con 32 años, no se encontraba en la cima deportiva de la que había disfrutado en la segunda parte de la década de los 80’, pero aún le quedaba tiempo para mostrar los destellos de su calidad.

Las declaraciones de la estrella advirtiendo a la gente de que el VIH no era un virus que afectara exclusivamente a los homosexuales, aumentó rápidamente la venta de condones y las donaciones a causas ligadas por la enfermedad.

Las reacciones tampoco se hicieron esperar. George Bush padre, presidente de Estados Unidos, dijo que “para mí, Magic es un héroe, un héroe para cualquiera que ame el deporte”. También incluyó a Magic en una Comisión Nacional sobre el sida, pero el proyecto fracasó por falta de financiación.

El retorno de Johnson a su ‘amado’ básquetbol: el All Star Game de 1992

El 9 de febrero de 1992 en el Orlando Arena, Florida, se concretó el regreso de Magic Johnson a la NBA, específicamente en el All Star Game.

Quien fuera figura consular con los Lakers, ganando cinco títulos, recibió miles de votos de los fans para participar del All Star pese a que ya había anunciado su retiro. Y se ganó un lugar entre los mejores.

David Stern -comisionado de la NBA- dictaminó que el oriundo de Michigan acudiera al partido de las estrellas. “El contagio era imposible. Tenía que producirse entre dos heridas abiertas, e incluso así era poco probable”, dijo en su oportunidad.

‘Magic’ fue protagonista absoluto. Marcó 25 puntos, se enfrentó en un ‘one on one’ con su también amigo Michael Jordan y metió tres triples sobre el final. Era el 153-113 para el Oeste y el partido se terminó ahí.

Luego, vendrían los abrazos de compañeros y rivales; para posteriormente ser elegido el MVP (el segundo de su carrera, tras el de 1990). Una jornada maravillosa para Johnson.

“Barcelona 92’ fue lo más divertido que me ha pasado en mi vida”: la sonrisa inolvidable del Dream Team

Después del dulce sabor de boca que le dejó el All Star Game, Johnson formó parte del Dream Team de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, considerado el mejor equipo de la historia del baloncesto.

Allí, el combinado estadounidense se hizo con el oro, barriendo a sus rivales. Compartió equipo con Michael Jordan, Larry Bird, Scottie Pippen, Pat Ewing, Charles Barkley… y con Karl Malone, uno de los más reticentes al regreso de Magic al baloncesto profesional.

En una entrevista a Esquire, Johnson declaró que “jugar en aquellos juegos olímpicos fue lo más divertido que me ha pasado en mi vida deportiva”.

“Ya los entrenamientos que tuvimos previamente, como preparación, fueron los más competitivos y divertidos que he jugado en toda mi vida. Poder representar a mi país con los mejores jugadores del mundo fue muy especial”, añadió.

El enorme temor de Malone, corte en el brazo y el retiro definitivo

En noviembre de 1992, durante un partido entre los Lakers y Cleveland Cavaliers, Earvin Johnson sufrió un corte en un brazo. Sentado en el banco de suplentes, mientras recibía las curaciones, pudo “sentir el miedo de los otros jugadores”.

Todos lo miraban a él, nadie seguía el juego. Y fue entonces cuando decidió parar de jugar.

Y aquí apareció en escena otro basquetbolista que ‘pisaba fuerte’ en aquella época: Karl Malone. Pese al enorme apoyo que concitaba la presencia de Magic en la NBA, la voz altisonante la marcó el entonces pivote estrella de Utah Jazz…y de manera pública.

Malone señalaba los rasguños y las costras de sus brazos para alertar sobre un hipotético contagio. Se comportó como cualquier persona preocupada o con miedo, que no entiende muy bien del todo los riesgos.

“Mira esto, tengo costras y cortes por todo el cuerpo. Los tengo todas las noches, en todos los partidos. No pueden decirte que no estás en riesgo“, dijo.

Quien fuera compañero de Johnson en el mítico oro de Barcelona señaló además que “nadie podía jugar cuerpo a cuerpo con él por miedo a contraer el Sida“.

Y el gigante de 2.06 metros anunció su retiro definitivo del equipo de Los Lakers y de la competición el 2 de noviembre de 1992, al día siguiente de que Malone expresará su temor al contagio.

Si bien Malone estaba algo preocupado cuando jugó con Johnson en el llamado Dream Team en suelo catalán, declaró que era diferente, porque “jugábamos juntos y no como ahora cuando dos equipos rivales se enfrentan en la cancha”.

Otra ex superestrella de la NBA, Larry Bird, dijo que fueron los celos profesionales y la envidia, más que el temor al Sida, lo que motivó los comentarios de Malone y otros jugadores.

Con el tiempo, Magic “perdonó” a Malone: “Dijo lo que sentía, algo que nadie le puede reprochar, y menos yo. Lo único que digo es que todos necesitamos más educación sobre la realidad del Sida”. Una declaración que todavía sigue vigente.

Apuntar que tras una opaca participación como entrenador, Magic Johnson volvería a vestir de corto y disfrutar del baloncesto en 1996, jugando de enero a mayo por sus ‘amados’ Lakers. Demostró haber ganado la lucha a la muerte.