Hasta el sexto encuentro de la temporada tuvieron que esperar, Los Angeles Lakers, para sumar su primera victoria. Y es que, este domingo, por fin levantaron los brazos tras derrotar a Denver Nuggets (121-110) del actual MVP de la NBA, Nikola Jokic.
Un suspiro de alivio recorrió el otrora conocido como Staples Center de ciudad angelina cuando el encuentro acabó con victoria local. Atrás quedaron los fantasmas de un 0-5 espantoso, tanto por las derrotas acumuladas como por las pobres perspectivas que ofrecía el conjunto de LeBron James.
La clave para su primer triunfo estuvo en la puntería desde el perímetro; en los partidos anteriores acumularon un espeluznante 23,7 % y ante Nuggets terminaron con un brillante 43,3 % (13 de 30).
LeBron James (26 puntos, seis rebotes y ocho asistencias) y Anthony Davis (23 puntos y 15 rebotes) fueron los mejores de unos Lakers con cinco jugadores por encima de los diez puntos.
En tanto, Russell Westbrook, muy criticado en este comienzo de curso, destacó saliendo desde el banquillo por segunda noche seguida y recibió los aplausos del público al final (18 puntos, ocho rebotes y ocho asistencias).
Los referentes del elenco de Denver fueron Jokic (23 puntos, 14 rebotes y seis asistencias) y Jamal Murray (21 puntos).
Por otra parte, en el Little Caesars Arena de Detroit, el conjunto local de los Pistons dio la sorpresa tras doblegar a los actuales campeones de la NBA, Golden State Warriors (128 – 114), gracias a una notable actuación de Cade Cunningham (23 puntos, diez rebotes y nueve asistencias, casi un triple doble) y Saddiq Bey (28 puntos).
Los dirigidos por el legendario Steve Kerr, que han perdido dos partidos seguidos ante rivales de poca entidad (venían de caer ante los Charlotte Hornets), tuvieron a Stephen Curry como máximo anotador (32 puntos). En la tabla firman un irregular registro de 3-4.