Empujados por un doble-doble de 21 puntos y doce rebotes de Stephen Curry, los Golden State Warriors vencieron por un autoritario 112-87 a los Dallas Mavericks y golpearon primero en la apertura de las finales de la Conferencia Oeste de la NBA.
Curry lideró una actuación coral de los Warriors, en los que todos los integrantes de su quinteto inicial aportaron al menos diez puntos, y tumbaron a unos Mavericks sin brillantez, en particular en los triples (11 de 48), después de conectar 19 el domingo en el triunfo contra los Suns en el séptimo partido de la serie.
Los Warriors siguen perfectos en casa en estos playoffs, donde ganaron sus siete partidos y frenaron, con una excelente actuación de Andrew Wiggins, a Luka Doncic, quien solo anotó dos puntos en la segunda mitad, tras arrancar con 18 en los dos primeros cuartos.
Wiggins acabó con 19 puntos, cinco rebotes y tres asistencias, y Jordan Poole también aportó 19, mientras que Klay Thompson contribuyó con quince, pese a su uno de cuatro en triples. Draymond Green rozó el doble-doble con diez puntos y nueve rebotes y fue protagonista de una nueva agresiva actuación defensiva.
Los ‘Mavs’ pagaron el 31 de 86 en tiros, con Doncic que aportó veinte puntos, siete rebotes y cuatro asistencias, pero también perdió siete balones. Spencer Dinwiddie anotó 17, con tres triples.
Se esperaba una lluvia de triples entre dos equipos habitualmente contundentes desde el perímetro, con unos Mavericks que, sin gran poderío físico en la pintura, conectaron 19 tiros de tres puntos frente a los Suns, y unos Warriors con Curry, Thompson y Poole en la pista.
Y pese a que efectivamente ambas franquicias tiraron de forma constante desde el perímetro, sus porcentajes fueron extremadamente bajos en la primera mitad.
Warriors y Mavericks al debe en triples
Los ‘Mavs’ apenas tuvieron un siete de 29 en triples y un catorce de 44 en tiros de campo y los Warriors, un cinco de 18. Hubo que esperar hasta el último minuto del segundo período para que Curry sellara su primer tiro de tres puntos y él y Thompson llegaron al ecuador del choque con un modesto uno de nueve.
Fue Andrew Wiggins el líder anotador y el artífice del 54-45 con el que los Warriors se fueron a los vestuarios, apoyado por los doce, con siete rebotes de un Curry que anotó atacando la pintura, en un día sorprendentemente poco brillante desde la línea de libres (4 de 7).
Wiggins también realizó un importante esfuerzo defensivo para contener a Doncic, protagonista en la primera mitad, pero ausente en los últimos dos cuartos, en los que apenas anotó dos puntos.
El esloveno recibió un manotazo involuntario en la cara nada más empezar el partido que le causó un vistoso corte en el rostro, pero eso no le impidió liderar a los ‘Mavs’ con 18 puntos al descanso, logrado en el lado de la pista en el que estaba sentado el alemán Dirk Nowitzki, la leyenda de Dallas del que recogió el legado hace cuatro años.
Los nueve puntos de margen, considerado el 31% en tiros frente al 56% de los Warriors, dejaban todavía con esperanzas a los ‘Mavs’, pero los Warriors pisaron el acelerador en el tercer período y se escaparon hasta el 71-52.
El equipo de Steve Kerr, con un Thompson que selló once puntos en ese cuarto (5 de 7 en tiros), logró un 34-24 que dejó tocados a los Mavericks (88-69) pese al compromiso de Dinwiddie, con diez puntos. Doncic solo pudo anotar dos puntos y perdió cuatro balones.
Un 10-0 para abrir el cuarto período impulsado por Poole disparó la ventaja de los Warriors hasta el 98-69 y ambos equipos decidieron dar descanso a sus estrellas en vista del segundo partido, fijado el próximo viernes, de nuevo en San Francisco.