El 18 de noviembre de 1963 nació Len Bias, jugador llamado a ser mejor que Michael Jordan y que murió por sobredosis 36 horas después de ser fichado por los Boston Celtics, entonces campeones de la NBA. Es la historia de una leyenda que jamás llegó a concretarse.
Para los expertos fue uno de los mejores jugadores en llegar a la historia de la NBA, pese a que no disputó ningún partido en la mejor liga de baloncesto del mundo.
Leonard Kevin Bias nació el 18 de noviembre de 1963 en Maryland. Estaba destinado a ser uno de los mejores basquetbolistas del mundo, pero murió 36 horas después de ser elegido por el entonces campeón de la NBA en el Draft de 1986.
Los Boston Celtics de Larry Bird habían fijado su mirada en la promisoria estrella de la Universidad de Maryland. Números de estrella, un carácter indisciplinado y la motivación de siempre ir por el triunfo convencieron a los monarcas de la NBA de elegir a Len en el segundo lugar del proceso de selección.
La felicidad de Bias fue tal que, un día después de firmar contrato con los Celtics, decidió celebrar en el pabellón universitario donde se hospedaba.
Ahí, junto a su amigo Brian Tribble, consumió algunas rayas de cocaína. Un error fatal. A las 8:55 de ese 19 de junio, su corazón dejó de latir.
Nació para ser grande
Leonard Kevin Bias nació en los suburbios de Landover, en el estado de Maryland, Estados Unidos, el 18 de noviembre de 1963.
Fue alto desde que su madre dio a luz, y llegó a medir 2,03 metros. De niño fue tranquilo, tanto que el pastor de la iglesia a la que asistía su familia lo apodó ‘Frosty’.
Su pasión por el básquetbol también empezó desde pequeño. Fue el mejor de su escuela, la Northwestern High School, y siempre era protagonista de los picados en el barrio.
Los rumores de un prodigio alero de College Park llegaron rápido a oídos de las mejores universidades, como Syracuse, Georgetown e Indiana, las que hicieron lo posible para fichar a Bias.
Len, sin embargo, quería jugar con su gente y en el lugar donde siempre vivió. En 1982 ingresó a la Universidad de Maryland y, en su primer año, se ganó un lugar en el equipo titular de baloncesto.
Indisciplinado, arrogante y necesario
Lefty Driesell, histórico entrenador de Maryland, recordó para Básquet Plus que el primer año de Len Bias en la universidad fue un huracán.
Pese a su poca disciplina y carácter arrogante, ‘Frosty’ entrenó hasta lograr convertirse en la estrella de su equipo. Tenía la fuerza de un toro, la velocidad de un guepardo y podía saltar hasta el techo del gimnasio si se lo proponía.
“Tenía una arrogancia envidiable, pero, para su posición, tenía algo que lo hacía diferente: hacía mejores a sus compañeros de equipo con su mera presencia en la cancha. Realmente no había nada que no pudiera hacer”, comentó Driesell.
Len pasó de promediar 7.1 puntos en su primera temporada en 1982 a 23.2 en su cuarto y último año. Fue nombrado All-American y elegido dos veces como el mejor jugador de la ACC (Atlantic Coast Conference).
Recordados fueron sus duelos con Michel Jordan, cuando ‘His Airness’ jugaba por Carolina del Norte. El de 1984, último año de ‘MJ’ en el baloncesto universitario, fue un campo de batalla con Bias anotado 24 puntos y acaparando las miradas del público y veedores de la NBA.
Deseo de los Celtics
Para 1986, último año de Len Bias en la Universidad de Maryland, los Boston Celtics ya llevaban tiempo siguiendo los pasos del promisorio alero.
Números de estrella, un carácter arrogante y sus deseos de competitividad lo hacían el jugador perfecto para la plantilla liderada entonces por el histórico Larry Bird, y que venía de conseguir su segundo título de NBA en tres años.
Red Auerbach, legendario entrenador y directivo de los Celtics, creía que ‘Frosty’ era la pieza que faltaba para armar un equipo de ensueño. E hizo todo lo posible para ficharlo en el Draft de 1986.
Traspasó a Gerald Henderson a los Seattle Sonics (hoy Oklahoma City Thunder) a cambio de su segundo lugar en la selección. El primer elegido fue Brad Dougherty por los Cleveland Cavaliers y, trascartón, llegó el turno de Boston.
Auerbach encendió un puro y subió al estrado. Miró hacia Leonard, que lucía un impecable traje blanco y una sonrisa que no se borraba con nada.
“Boston Celtics selecciona a Len Bias, de la Universidad de Maryland”, dijo Red. Los aplausos se multiplicaron, la felicidad del oriundo de Maryland no daba más y los planes de los campeones para crear un equipo imbatible se ponían a la obra.
‘Frosty’ tocó el cielo, su sueño se cumplía. Pero, aún más rápido que su llegada a la cima, fue su caída.
La muerte de un sueño
A contar de su fichaje por los Boston Celtics, Len Bias tuvo frenéticas horas aquel 18 de junio. Junto a su padre viajó a Washington para sellar su contrato con los monarcas de la NBA y un acuerdo con Reebok.
La gigante deportiva competía con Nike y su patrocinio a Michael Jordan, por lo que se auguraba una rivalidad entre ambos jugadores que traspasaría los límites de la cancha.
“Estaba un poco por delante de Michael. Habríamos hablado de él como el mejor de todos los tiempos. Jordan estaría en un nivel diferente. Creo que se habrían llevado al límite uno al otro”, afirmó Walt Williams, exjugador de la NBA, en entrevista con Marca.
Len estaba agotado. Cámaras en todos lados, firmas por doquier y viajes de un lado a otro lo llevaron a solo pensar en relajarse, por lo que llamó a su amigo Brian Tribble para tener una pausa antes de someterse a los duros entrenamientos de los Celtics.
Tribble era un reconocido dealer y llevó al pabellón universitario donde se reunió con Bias una bolsa con cocaína. Ambos comenzaron a esnifarla hasta que, en horas de la madrugada, todo comenzó a ir mal.
‘Frosty’ sufrió un paro cardíaco. Luego, vinieron reiterados ataques de convulsiones: el 98% de pureza de la droga consumida por el deportista fue demasiado para su corazón.
El examen toxicológico a Len arrojó 6,5 miligramos de cocaína por litro de sangre. Pese a la llegada de una ambulancia, el fallecimiento del prodigio alero fue confirmado a las 8:55 horas del 19 de junio. Habían pasado 36 horas desde su fichaje con los Celtics.
La muerte que remeció todo
La noticia fue devastadora. El llamado a ser la nueva gran figura de la NBA había perdido la vida y, al mismo tiempo, remeció a la liga por completo.
El fallecimiento de Len Bias resurgió las investigaciones por el consumo de drogas en deportistas profesionales, siendo el baloncesto uno de los más señalados por las autoridades.
En Maryland, cuatro días después de su muerte, 11 mil personas llegaron al estadio de la Universidad para darle el último adiós a ‘Frosty’. Ahí, Red Auerbach reconoció que el interés por el alero venía desde hace años atrás.
“Boston no había estado tan conmocionada desde el asesinato de John F. Kennedy”, admitió el el directivo de los Celtics.
El 30 de junio, en el inicio de la temporada, el campeón de la NBA homenajeó a Bias regalándole la camiseta que jamás llegó a ocupar, con el número 30, a su madre.
Para las suposiciones quedaron frases de expertos en básquetbol, que auguraban que el nacido en Maryland llegaría a ser más grande que Michael Jordan, quien sigue siendo insuperable.
“Bias estaba un poquito por encima de Michael. El tiro en suspensión de Bias era la cosa más bonita que se podía ver y podía defender en varias posiciones. Era una especie de híbrido del juego de ahora”, aseguró en su momento Walt Williams.
Los restos de ‘Frosty’ descansan en el Cementerio Lincoln de Maryland, mismo lugar donde, cuatro años más tarde, fue sepultado su hermano menor Jay, víctima de un tiroteo entre traficantes.
Una cruel coincidencia que adorna la leyenda del mejor jugador en la historia de la NBA, ese que jamás jugó un partido como profesional.