Los jugadores Kurtis Gabriel y Mathieu Olivier protagonizaron la que ya es considerada la “pelea más sangrienta en la historia” del hockey de ligas menores de Estados Unidos, luego de su entrevero en el duelo entre los Rockford IceHogs y los Milwaukee Admirals.
De acuerdo a 20 Minutos, ambos deportistas se enfrascaron en una discusión y, acorde al reglamento de la AHL (la liga de expansión de la NHL), comenzaron a repartirse golpes.
También siguiendo las normativas de la liga, que indican que los jugadores pueden pelearse hasta que uno de los implicados caiga al hielo, los árbitros no intervinieron hasta que fue demasiado tarde.
Después de varios segundos de entrevero e intercambio de golpes, Gabriel acabó con su cara repleta de sangre, manchando su camiseta y la de su rival e, incluso, salpicando la pista de hielo.
Tras la pelea, ambos jugadores fueron sancionados con cinco minutos sin jugar y completaron el partido, que culminó 4-3 a favor de IceHogs, en cancha.