Profundamente emocionado. Así se le vio a Roger Federer tras conquistar su octavo Wimbledon, tras vencer en tres sets al croata Marin Cilic por 6-3, 6-1 y 6-4.

El suizo terminó el partido con un ace y elevó sus brazos al cielo, como queriendo decir “no me di por vencido, aquí estoy, sigo aquí”.

Lee también: Maestro eterno: Roger Federer superó a Cilic y es campeón de Wimbledon por octava vez

Ya en su silla, y esperando la ceremonia de premiación, Federer asimiló su logro y se emocionó, soltando unas lágrimas por la gigantesca marca que consiguió.