Hoy se inaugura en el Museo Nacional de Bellas Artes “Make art not money” (Hacer arte no dinero), una gran retrospectiva sobre la obra de este destacado y reconocido artista en Italia y que expone y visita por primera vez a Chile.

Election day, Pablo Echaurren, MNBA (c)

Ser hijo de Roberto Matta Echaurren –el artista visual chileno más importante e influyente de todos los tiempos y uno de los grandes surrealistas a nivel mundial- puede ser un gran estímulo y una gran sombra. La exposición, que hoy se inaugura en el Museo Nacional de Bellas Artes, “Make art not money” de Pablo Echaurren es una oportunidad privilegiada para conocer al hijo de Matta que no había expuesto ni visitado nunca a Chile y que presenta una obra diversa, inquieta, apasionada y política, que reconoce “paternidades” y una notable independencia de su padre.

En Chile hemos conocido ampliamente la obra de Roberto Matta, y hace unos años la de Gordon Matta-Clark a través de una gran exposición en el Museo Bellas Artes (y en otras diversas instancias universitarias o alternativas desde los 80) como la de Federica Matta, en especial con sus juegos-esculturas en la Plaza Brasil, en Santiago, sus obras gráficas (como el afiche “La Educación es un derecho”), la escultura Kakemonos-poemas en homenaje a Gabriela Mistral, en La Serena, o el notable libro “El viaje de los imaginarios en 31 días” (Editorial Aún creemos en los sueños, 2016).

Sin embargo, Pablo Echaurren (nombre artístico que asumió producto de un error del funcionario encargado de inscribirlo en Italia, dada la gran cantidad de nombres y apellidos que su padre le daba) es un desconocido en nuestro país, a pesar de su padre y de ser un artista reconocido en Italia, donde nació y vive.

“Make art no money” es una retrospectiva que va desde sus primerísimos trabajos en 1969, pasando por su obra gráfica y más política, por esculturas de gran factura, hasta llegar a grandes lienzos recientes. La muestra ocupa las tres grandes salas y dos rotondas del lado sur del Museo, con una selección y montaje que permiten hacerse una idea amplia, diversa y clara de su obra, de sus pasiones, sus técnicas y lenguajes como su permanente preocupación por la contingencia, la política y por sus raíces.

Pablo Echaurren reconoce las influencias de su “padre transparente” (como calificaban a Matta, ya que al tener seis hijos con cuatro de sus cinco esposas no estuvo muy presente en el desarrollo de éstos) a través de sus visitas, paseos y de sus cartas, pero afirma que su “padre artístico” es Gianfranco Baruchello, al tiempo que admite influencias del Dadaísmo y del Futurismo, de Tzara, Duchamp y Marinetti entre otros.

La obra de Echaurren es estimulante, provocadora, inquieta, muestra una constante búsqueda por entender e incidir en el entorno al tiempo de cuestionarse interiormente, sin aferrarse a estilos o técnicas artísticas. En este sentido tiene semejanzas con Matta: inquieto y comprometido en lo político, con un genuino interés por llegar a todo tipo de públicos (sin diferenciar personas “cultas” de las grandes masas, o personas con y sin poder adquisitivo) y por la búsqueda interior y exterior de raíces e identidad.

La caída del muro, Pablo Echaurren, MNBA (c)

En la presentación a la prensa hubo un detalle perturbador. Ese fue cuando dijo, un poco en italiano y otro tanto en francés, que tras cambiarse a un atelier más grande y después de la muerte de su padre, empezó a pintar en formatos más grandes, con mayor desenfreno y con chorreados de pinturas más evidentes y presentes. Y eso, que lo iluminó en ese momento, se ve patente, en forma vívida en su pintura y en esta exposición.

Entre sus obras destacan algunas que remiten a Joaquín Torres García, a quién sólo descubrió –y hoy admira- después de hacer pinturas que algunas personas relacionaron con el gran artista uruguayo. También son muy interesantes sus ilustraciones políticas, como la riqueza del color y de la pincelada.

Un punto aparte son las cartas y fotos familiares. Un pequeño tesoro.

“Make art no money” salda varias deudas, debiera ser para muchos un “imperdible” y esperamos que sea visitada por gran cantidad de personas.