La semana pasada se entregó el informe del experto colombiano Juan Luis Isaza. Una lectura atenta remite a la fábula del Rey Desnudo (de Hans Christian Andersen).

El informe –que en concreto es un buen resumen de lo que quienes están interesados en el Patrimonio Cultural saben- muestra un país que, creyéndose pronto a ser desarrollado, demuestra incompetencias graves, miente (en palabras diplomáticas: “trece años después, resulta inadmisible su inexistencia –Plan de Manejo- e inverosímiles las excusas” –pp 79-), es inoperante, no logra crear en 12 años un Plan de Manejo ni darse una estructura para gestionar el Patrimonio y no entiende ni sabe lo que es su memoria, su identidad.

El informe es categórico con el proyecto de Proyecto Terminal Cerros de Valparaíso, T2 TCVAL y con el actuar de los órganos del Estado de Chile, lo que incluye al menos los últimos tres gobiernos (Bachellet, Piñera, Bachellet), a sus intendentes, al Municipio de Valparaíso, a la Contraloría General de la República como a la Empresa Portuaria de Valparaíso. Algo más suave es con las organizaciones ciudadanas y con los responsables del Mall Barón, pero nadie se salva.

Frente a esta “puesta al desnudo” de la realidad del puerto, en una imagen tan disímil a lo que nos creemos o proyectamos, es inquietante virtual silencio frente al informe.

En este artículo sólo abordaremos el Proyecto Terminal Cerros de Valparaíso, T2 TCVAL

El informe plantea que el proyecto viene de antes de la postulación de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad, y como tal no es cuestionable. También afirma que Valparaíso antes de ser ciudad ya era puerto y que ésta fue declarada como ciudad puerto.

“No es admisible hoy objetar dicho Plan, de manera retroactiva, doce años después de la inscripción del Sitio Área histórica de la ciudad – puerto de Valparaíso.” (pp 83)

El informe afirma que Valparaíso es una ciudad puerto y que no debe renunciar a esa condición, tanto por razones patrimoniales como por su sostenibilidad económica.

Sin embargo, el informe es categórico al sostener que:

“Es claro que el proyecto de ampliación del puerto, conocido como T2 TCVAL genera impactos en el valor universal excepcional (VUE) del Sitio de Patrimonio Mundial que este EIP caracteriza como altos, permanentes e irreversibles.” (pp 86) “que, en concepto del presente Estudio de Impacto Patrimonial, no es posible mitigar.” (pp 93)

La topografía de Valparaíso y su particularísima condición geográfica, hacen que el impacto visual de dicha infraestructura sea muy alto sobre el Área histórica de la ciudad puerto de Valparaíso y su Zona de Amortiguamiento, y altera significativamente el paisaje urbano histórico, así como la relación (sic) entre el mar, su borde costero y la ciudad. (pp 94)

El EIP es consciente de las dificultades legales y las consecuencias económicas (sic) de entrar a revisar y ajustar el proyecto T2 TCVAL; sin embargo, también recomienda altamente que se busque y encuentre la manera de llevar a cabo las mencionadas revisiones y ajustes correspondientes. (pp 94)

El mismo informe menciona alternativas al proyecto T2 TCVAL presentadas por distintas instancias ciudadanas y académicas, pero que al parecer no han sido suficientemente consideradas por la Empresa Portuaria de Valparaíso.

Finalmente, Juan Luis Isaza advierte sobre el peor de los escenarios: que Valparaíso pierda la permanencia del Sitio en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, lo que traería grandes impactos en la ciudad puerto como en todo el país, poniendo en duda las capacidades del país para hacerse cargo de su patrimonio.

Tal como está planteado y desarrollado hoy el proyecto T2 TCVAL, genera alto impacto permanente e irreversible sobre el Área histórica de la ciudad puerto de Valparaíso que no es mitigable, desde un punto de vista patrimonial; ahora bien, sí el Gobierno de Chile avanza en la construcción de dicho terminal, tal y como está planteado hoy, y sin contar con unas importantes medidas de compensación, en concepto de este EIP, podría poner riesgo la permanencia del Sitio en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. (pp 94)

Finalmente el estudio propone luces:

Consciente de la dificultad, este EIP aboga por una línea intermedia en la cual se pueda llevar a cabo un desarrollo portuario y una conservación del Sitio de Patrimonio Mundial; alienta al Estado chileno a potenciar y asegurar el desarrollo, construcción y gestión de excelentes obras de compensación consistentes, entre otras, en la integración urbana del proyecto. (pp 94)

Pero ello se debe realizar dentro de un marco mayor, que Isaza especifica, pero que, dada la historia reciente, Chile difícilmente logrará cumplir:

Generar, de manera urgente y prioritaria, un Plan de Manejo, eficaz y eficiente, para el Sitio de Patrimonio Mundial y su Zona de Amortiguamiento, cumpliendo, además, con un requisito largamente exigido por la Unesco al Estado Parte. (pp 89)

Generar, de manera urgente y prioritaria, un Ente Gestor, eficaz y eficiente, para Sitio de Patrimonio Mundial y su Zona de Amortiguamiento, (sic) que con una asignación de recursos técnicos, humanos y económicos adecuados, y con el Plan de Manejo como bitácora, debe abordar, de inmediato, la crítica condición física, económica y social que presenta el Área histórica de la ciudad puerto de Valparaíso y su Zona de Amortiguamiento. (pp 89)