Esta semana se lanzó en Chile la ROG Ally X, segunda versión de la consola portátil de Asus que se estrenó en 2023 como una alterativa a los fans de XBox, pero más específico, los fans del PC gamer.
La primera consola en la historia de Asus llegó a competir a un mercado creciente, pero traía algo nuevo, y es que ocupa el software de Windows 11, tal como una computadora. Pese a ello, dejó algunas cosas al debe, como la batería, por ejemplo.
Sin embargo, todo indica que esta versión —evidentemente mejorada— dejará más contentos a los exigentes seguidores de la línea Republic of Gamers (ROG). La pregunta es ¿sería el mejor dispositivo portátil para jugar videojuegos? Acá te contamos lo bueno y lo malo.
Cabe señalar que la ROG Ally X llegó al mercado chileno con un precio de lanzamiento de $999.990, casi un millón de pesos, en comparación a la ROG Ally, que se lanzó a $769.990 el año pasado y hoy está un poco devaluada entre $100.000 a $200.000 pesos menos en el retail.
¿Qué mejoró la ROG Ally X?
En escuchar a los usuarios parece que Asus hace un buen trabajo, porque algunas de las cosas que molestaron en la ROG Ally, mejoraron con creces en la ROG Ally X. Lo más destacable sería la batería y su almacenamiento.
Uno de los problemas de la consola en su primera versión fue que su carga no duraba mucho más de una hora jugando juegos potentes en su modo Turbo (máxima capacidad), pero ahora el tiempo se duplicó.
Inicialmente, la batería de la ROG Ally contaba con 40Wh de potencia, pero ahora con 80Wh se pueden aprovechar más horas de juego intenso.
BiobioChile tuvo acceso a la consola antes de su lanzamiento y se comprobó que, ahora, con títulos como Forza, un AAA, la ROG Ally X funcionó en modo Turbo, consumiendo 25w, unas dos horas y media, algo que en la consola anterior fue posible solo en modo Silencioso (mínima capacidad) con juegos como Hollow Knight o puzles que no requieren tanto rendimiento.
Un juego como el Forza, sabemos, no se puede aprovechar al máximo con capacidades mínimas como el modo Silencioso, que solo consume unos 13w. Mientras que juegos de menor rendimiento se pueden jugar perfectamente en este modo unas 4 o 5 horas. Una diferencia, sin duda, notable.
No hay que pasar por alto tampoco el modo Turbo cuando la consola está conectada, que ahora se puede configurar para que consuma hasta 30w. Sin duda, esta sería la mejor manera de aprovechar el dispositivo.
Otra cosa que mejoró la ROG Ally X, es que si bien mantuvo el procesador AMD Ryzen™ Z1 Extrem, agregó almacenamiento y más memoria RAM, pasó de 16GB a 24GB.
Algo que molestó bastante de la primera ROG Ally fue que su almacenamiento alcanzaba los 500GB, expandible hasta 1TB, lo cual no tenía mucho sentido considerando que es un dispositivo hecho para jugar y existen juegos que pesan hasta 100GB. Por ejemplo, con un GTA V se agotaba casi el 20% del espacio, pero ahora cuenta con 1TB desde el principio. Otra prueba de que Asus escucha a sus usuarios.
El diseño de la consola también cambió. Ahora pesa un poco más, pero hay mejoras en los botones y mandos que se sienten levemente al usarla. Lo mejor, se puede decir, son los dos botones experimentales que Asus instaló en la parte trasera de la pantalla.
En la ROG Ally eran más grandes y prácticamente estorbaban, porque a veces se presionaban sin querer y anulaban la función de los otros botones por un instante, lo que podía provocar incluso que el jugador perdiera una partida. Pero ahora, con un diseño más pequeño y sutil, este problema pasó a segundo plano. Aunque se sigue sin entender cuál sería su aporte, si bien se pueden configurar, es difícil que los jugadores, acostumbrados a un mando únicamente con L y R, prefieran esa opción.
Por último, otra de las mejoras fue la ventilación, antes muy ruidosa para el gusto de muchos, ahora casi no se siente y la consola no se calienta mucho ni aunque pase horas conectada, un trabajo de ingeniería notable, especialmente considerando que el gran desafío de este dispositivo fue presentar las mismas características de un PC gamer en un tamaño muy pequeño.
Cosas no tan buenas: ¿qué se podría mejorar?
Continuando con el diseño, ahora en color negro y más redondeado, ¿por qué no agrandaron la pantalla? Hay suficiente espacio para hacerlo sin que la consola crezca. Además, muchos esperaban el upgrade de la pantalla OLED, que es casi un sello en los modelos gaming de Asus, pero sigue siendo exactamente igual que la anterior, lo que hace que cuestionemos el precio.
Por otro lado, al igual que en la ROG Ally, la opción touch sigue estando de más, para usarla hay que soltar un mando y al ser pequeña la pantalla, no es accesible para dedos grandes. Algunas personas jamás la usarán.
Una de las críticas más comentadas en el modelo anterior, finalmente, fue que el software parece estar en capas. Si bien la consola cuenta con Armoury Crate, que es la interfaz que reúne todos los juegos en una sola biblioteca, ya sean de Xbox, Epic Games, Steam u otras plataformas, siempre está Windows detrás.
Las pestañas molestan, abrir una aplicación por error mientras se está cargando un juego todavía es un problema y, honestamente, ¿quién usaría las herramientas de Office en una consola para jugar?
La Rog Ally X no es un dispositivo para aprovechar Windows como lo puede ser un PC. Escribir allí es imposible, a menos que se contecte a una pantalla, un teclado y un mouse, lo que terminaría siendo aparatoso y anula por completo el objetivo de una consola portátil.
Puede ser que, tal vez, Microsoft necesite desarrollar una interfaz especializada para la ROG Ally o para dispositivos de gaming. Más simple, más entrelazada con Armoury Crate, o Xbox.
Por último, si bien la duración de la batería cambió, todavía puede ser mejor. Asus se jacta de que, sin ejecutar videojuegos, la ROG Ally X puede estar encendida sin corriente hasta 14 horas, pero ¿de qué sirve? Nadie la usará únicamente para ver videos o escuchar música, volvemos al punto anterior.
Sin duda, es una inversión para la que hay que pensar bastante. El público objetivo podrían ser las personas que disfrutan el mundo gaming, pero están cansadas del PC, o quienes tienen una computadora que prefieren, pero que no es apta para los videojuegos, fans de Xbox, fans de ROG. En su segunda versión, posiblemente todavía es un dispositivo que tiene que ganarse al público.