Nintendo logró una importante victoria legal en los Estados Unidos, ganando dos demandas masivas relacionadas con el “Joy-Con Drift”, un problema persistente que causa movimientos involuntarios en los controles de la Switch.
El “Joy-Con Drift” ha sido una molestia constante para los usuarios de la consola, quienes experimentan movimientos involuntarios en sus personajes en pantalla incluso cuando el mando está inmóvil. Así, se percibía como si el control estuviera “a la deriva (drifting en inglés)”.
Las demandas que lo abordaban, conocidas como Diaz vs Nintendo y Carbajal vs Nintendo, presentadas en 2019 y 2020 respectivamente, fueron desestimadas por los tribunales estadounidenses según reportó Tarreo.
Ambas acusaban a la compañía japonesa de vender mandos defectuosos de forma deliberada.
El juez William Alsup de la Corte del Distrito Norte de California dictaminó a favor de Nintendo, argumentando que la cláusula de arbitraje del EULA (End User License Agreement o Contrato de Licencia de Usuario Final) de la compañía impide a los demandantes presentar una demanda judicial.
La EULA es un contrato legal entre el licenciante (generalmente el desarrollador o distribuidor del software) y el usuario final que detalla los términos y condiciones bajo los cuales se puede utilizar el software. Estos acuerdos son comunes en productos de software y juegos, y cubren aspectos importantes como los Derechos de Uso, Propiedad, Limitaciones de Responsabilidad, Garantías, Restricciones de Uso y Término y Terminación, protegiendo tanto al desarrollador como al usuario final.
Esta decisión judicial marca el final de una saga que comenzó en 2019, cuando el problema del Joy-Con Drift comenzó a afectar a numerosos usuarios de la Switch. En ese entonces, Nintendo cobraba a los propietarios por reparar los joysticks defectuosos y tras la presentación de la demanda colectiva, el gigante japonés comenzó a reparar los Joy-Con de forma gratuita, pero no modificó el diseño del mando a pesar de las diversas actualizaciones de la consola, llevando a que los propios jugadores terminaran buscando soluciones para evitar este “Joy-Con Drift”.