Ahora los videojuegos podrían llegar a ser "mortales" tras la nueva invención en la que está trabajando el fundador de los lentes de realidad virtual.

Se trata de un casco de realidad virtual que mata al jugador en la vida real si este llega a morir en el juego. Un dispositivo que trasciende los límites de los videojuegos, con mortales consecuencias.

El responsable fue Palmer Luckey, creador de los lentes de realidad virtual -Oculus VR y Oculus Rift-, quien llegó demasiado lejos con este método. El empresario de 30 años presentó el prototipo a través de Twitter y confesó que ni el mismo se atreve a probarlo.

“Esto podría ser un juego, pero no es algo que juegues”, dijo en la red social. El objeto en cuestión se llama “NerveGear” y fue creado en conmemoración a la serie de animación japonesa Sword Art Online.

Y es que en la ficción, exactamente el día 6 de noviembre de 2022, los personajes quedan atrapados dentro de un juego de realidad virtual. Allí deben superar 100 niveles para sobrevivir, puesto que si mueren en el juego, también en la realidad.

Fue esta la inspiración de Luckey, para crear un dispositivo que “recrea a la perfección la realidad utilizando una interfaz neuronal directa que también es capaz de matar al usuario“, dice el artículo que publicó en su página web.

El casco de realidad virtual que mata destruyendo el cerebro de los jugadores

“Los gráficos mejorados pueden hacer que un juego parezca más real, pero solo la amenaza de consecuencias graves puede hacer que un juego se sienta real para ti y para todas las demás personas en el juego”, plantea.

Así mismo, reconoce que se trata de un área nunca antes explorada en los videojuegos y que aún está un tanto lejos de que este nuevo casco funcione verdaderamente.

“La mala noticia es que hasta ahora, solo he descubierto la mitad que te mata. La mitad perfecta de la ecuación de realidad virtual todavía está a muchos años de distancia”, explica.

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Al momento, el creador cuenta en detalle como logró esta tétrica hazaña. “Usé tres de los módulos de carga explosiva que suelo usar para un proyecto diferente, vinculándolos a un fotosensor de banda estrecha que puede detectar cuando la pantalla parpadea en rojo a una frecuencia específica”, señala.

Cuando se muestra una pantalla apropiada de finalización del juego, las cargas se disparan y destruyen instantáneamente el cerebro del usuario“, agrega. Sin embargo, el sistema todavía es inestable.

“Existe una gran variedad de fallas que podrían ocurrir y matar al usuario en el momento equivocado. Esta es la razón por la que no he tenido las bolas (sic) para usarlo yo mismo”, concluye.