Durante ocho horas diarias se entrenan como verdaderos deportistas, durante las clases deben jugar videojuegos y esperan poder profesionalizar su sueño, ser un jugador profesional. La Gaming Academy, una escuela francesa ubicada en Lyon, se encarga de formar a los jóvenes que llegan con la esperanza de mejorar sus habilidades y prepararlos para participar en las grandes ligas.
Como sus seis compañeros de promoción en esta escuela, que abrió sus puertas en otoño de 2018, Jérémy Joseph, de 20 años, se gastó casi 8.000 euros (cerca de 6 millones de pesos chilenos) en esta formación de dos años. Un certificado de atleta e-sport de alto nivel todavía no reconocida por el sistema de educación nacional.
Su objetivo es claro, incorporarse cuando se gradúe a un equipo de estos nuevos deportistas en el campo de juego virtual, en el que los más talentosos pueden ganar decenas, o incluso cientos de miles de euros cada año en patrocinio y dotaciones de torneos.
“Con mis estudios, nunca pensé que podría entrar en una escuela como esta”, explica el lionés, que cuenta con un diploma de cocina y panadería. No dudó en dejar su trabajo para aspirar a vivir de su “pasión”.
Francia ya tiene varias escuelas que forman a e-deportistas. El país representó en 2018 al tercer mercado europeo del e-sport, con 30 millones de dólares, por detrás de Rusia (52 millones) y Suecia (43 millones), según un estudio financiado por PayPal. En 2018, Francia contaba con más de 5 millones de espectadores de e-sport (en Internet, por televisión o en eventos), el 77% de los cuales tenían entre 13 y 34 años, según el instituto Médiamétrie.
En la escuela lionesa hay mandos de videoconsolas repartidos por las salas, y consolas conectadas a grandes pantallas. Aquí se enfocan en potenciar las habilidades para FIFA y League of Legends, los dos juegos más practicados en el mundo de los deportes electrónicos.
Pero no todo el mundo puede entrar en la Gaming Academy, ya que cada año, solo se seleccionan 7 alumnos de los 350 que lo solicitan.
De la diversión a la profesionalización
“El criterio número uno de la selección es el nivel de juego, que debe ser muy alto […] Se tenga el título de bachiller o no”, advierte la directora de la Gaming Academy, Valérie Dmitrovic, que también pide que sus futuros campeones tengan una motivación real y una capacidad mental fuerte.
“Como en todos los deportes…”, añade Mathieu Charrat, preparador físico de la escuela.
Cada día, los estudiantes realizan distintas actividades físicas como remos, bicicleta estática, cinta de correr y sesiones de estiramiento para relajarse después de las ocho horas de clase.
“Un problema que encontramos en los gamer es su postura específica: como están sentados, tienen tendencia a encorvarse y a encoger los músculos de la parte delantera del cuerpo” en detrimento de los de la espalda, sobre todo, señala el entrenador.
El estado de salud del deportista electrónico debe ser óptimo para unas competiciones que pueden durar varios días seguidos, como la Paris Games Week, que atrajo a más de 300.000 visitantes el año pasado.
Al cansancio puede añadirse la presión psicológica con la que deben tratar los alumnos ya que la posibilidad de cometer errores se ve multiplicada por los factores señalados anteriormente y, si el estudiante está consciente de que su condición no es la mejor, puede llegar a afectarlo mentalmente.
El profesor de League of Legends, Vivien Dessaints, define su papel como un apoyo para ayudarlos en el “paso de la diversión a la profesionalización”.
Rigor y constancia
Detrás de los jóvenes jugadores, concentrados frente a sus pantallas en la sala de e-sport Arena, Dessaints alterna entre ánimos, consejos “de estrategia y táctica” y ayuda “en el plano mental, en la gestión del estrés”.
“Hay un rigor, un método de trabajo, una constancia”, explica, destacando que “un buen sueño” es crucial. “Si no estás lo suficientemente descansado, puedes hacer errores, anticipar mal los movimientos de los adversarios y esto puede volverse contra ti”, indica Dessaints.
Guiados por estos profesionales, los jóvenes estudian la práctica de competición y reciben también una formación en mercadeo, dirección de empresas, comunicación y gestión de eventos, que pueden profundizar si lo desean en un futuro.
La Gaming Academy también propone una formación de “empresario influencer” que permite crear una comunidad en línea (a través de Twich, Youtube y plataformas similares) y conseguir una monetización.
Erigida como una disciplina deportiva en Corea del Sur desde el año 2000, el deporte electrónico se convirtió en un negocio lucrativo rápidamente.
Su mercado, que ha registrado un crecimiento muy rápido, debería representar en torno a 1.500 millones de dólares en volumen de negocio en el mundo en 2020, según un estudio del gabinete Deloitte publicado en verano de 2018.