Blizzard y el gobierno surcoreano han tomado acciones para proteger a Overwatch, el título más popular en E-Sports actualmente, iniciando acciones legales en contra de varios jugadores que han sido acusados de hackear y vulnerar la seguridad del famoso juego.
Hasta el momento, dos jugadores han sido encontrados culpables luego de una extensiva investigación. El primero ha sido sentenciado a dos años de libertad condicional, mientras que el segundo recibió una multa de 10 millones en Won surcoreano (cerca de 5 millones de pesos chilenos).
Estas sentencias fueron específicamente por romper la “ley de promoción de la industria de videojuegos” y la “ley de tecnología de información y comunicación”, según recoge el sitio web especializado Dotesports.
Los nombres de los sentenciados, así también como el de otros 11 jugadores bajo investigación han sido mantenidos en secreto para proteger sus identidades.
A pesar de estas fuertes medidas, Blizzard continúa teniendo problemas en el territorio asiático, donde la cultura de cibercafés hace difícil identificar a los hackers e impedir que estos interrumpan a jugadores competitivos que buscan una experiencia más justa para todos.
Para intentar lidiar con esta situación, Blizzard ha forzado a todos los jugadores en Corea del Sur a utilizar una cuenta blizzard.net conectada con el equivalente surcoreano del RUT para acceder al título en cibercafés. Esto ha complicado a los hackers, pero no ha parado los abusos todavía.
Múltiples jugadores en la famosa liga Overwatch también han sido encontrados culpables de participar en un fenómeno llamado “Boosting”, a través del cual se organizan con otros jugadores para subir su calificación en los niveles competitivos del juego.
Estos han sido suspendidos e incluso multados de la liga, sin embargo, es una práctica que se mantiene común entre los participantes.