OpenAI, matriz de ChatGPT, demandó al chileno Mauricio Bustos por su proyecto FlowGPT, según indicó el proyecto local mediante un comunicado.
Fue a finales del 2023 que se viralizó FlowGPT, un usuario de internet que ya es conocido por crear remix y mejorar canciones utilizando IA, pero que en esta ocasión usó la tecnología para replicar la voz y estilo de Bad Bunny y crear una canción nueva.
La obra enfureció al intérprete, especulándose con potenciales acciones legales que, a la fecha, no se han concretado.
Quien sí sino OpenAI, la empresa dueña de ChatGPT, pero no por la forma en que el chileno usa la tecnología, sino por su nombre.
“Todo comenzó cuando el creador de FlowGPT hizo el registro de la marca en Chile a través de INAPI, donde luego de pasadas unas semanas comenzó a recibir mails de la firma de abogados que representa a OpenAI en Chile, en principio por el uso inapropiado de la sigla ‘GPT’ (Generative Pre-trained Transformer), la cual aseguran les pertenece; iniciando un proceso legal para disputar dicha marca que aún se encuentra en desarrollo”, indica el proyecto del chileno mediante un comunicado.
Según defienden desde FlowGPT, “si bien GPT es una sigla que se volvió conocida gracias a ChatGPT, la realidad es que el ‘GPT’ del artista chileno tiene un significado diferente (Generador Preentrenado de Temazos) y, además, no ha podido ser registrada ni en Estados Unidos, ya que se trata de una sigla universal computacional”.
El caso recuerda a otros ya conocidos como Miel Gibson, Superpan, Pedro Piscal y Star Wash, entre otros.