41 estados de EEUU y el distrito de Columbia, interpusieron una acción judicial en contra de Facebook e Instagram por el "daño consciente" que sus plataformas producen en niños y adolescentes. Por su parte, la empresa lamentó que la autoridad haya optado por la vía judicial e indicó que es necesario crear un estándar transversal de uso para jóvenes.
Tras un año de investigación y deliberaciones, una coalición de 41 estados de Estados Unidos más el distrito de Columbia interpusieron una demanda en contra de Meta, casa matriz de Facebook e Instagram, alegando los serios daños psicológicos y la adicción que estas redes sociales producen en niños y adolescentes.
Los textos fueron ingresados en cortes federales y estatales, con dos acusaciones principales: que Meta ha enfocado sus productos en niños menores de 13 años, pese a que las leyes y las propias plataformas lo prohíben; y que ha insertado en ellas funcionalidades que aprovechan la psicología infantil y adolescente para producir un uso compulsivo.
De hecho, la demanda solicita expresamente que Meta retire estas funcionalidades.
“Los adolescentes se sienten incapaces de detenerse”
Parte de la argumentación gubernamental proviene de cerca de 20.000 documentos internos de Meta que fueron filtrados por el exempleado Frances Haugen en 2021, donde queda constancia de que la empresa realizó numerosos estudios para comprobar los potenciales daños de sus herramientas en jóvenes.
“Los adolescentes nos dicen que no les gusta pasar tanto tiempo en la aplicación, pero que sienten la necesidad de estar presentes. Suelen sentirse ‘adictos’ y saben que lo que ven es malo para su salud mental, pero se sienten incapaces de detenerse”, explica en ellos uno de los investigadores sobre Instagram.
La misma empresa recalca que este problema se agudiza en las mujeres jóvenes.
“32% de las chicas adolescentes dicen sentirse mal con sus cuerpos, y que Instagram les hace sentir aún peor. Las comparaciones que las mujeres hacen de ellas en Instagram, pueden cambiar la forma en que se ven y describen a sí mismas”, resume la investigación.
Según describe el Wall Street Journal, la fiscal general de Massachussetts, Andrea Campbell, asegura que Meta, sabiendo los efectos que provoca en adolescentes, ha preferido ignorarlos.
“Meta desarrolló y empleo de forma consciente funciones diseñadas para manipular psicológicamente a los usuarios jóvenes en el uso compulsivo de su plataforma, como una manera de aumentar sus ganancias. Así, en vez de quitar o restringir estas funcionalidades que gatillan el consumo compulsivo de contenido de sus redes sociales por parte de niños, Meta optó por ocultar lo que sabe al respecto”, sentencia.
Meta: “Lamentamos que se haya elegido la vía judicial”
Por su parte, un portavoz de Meta indicó al mismo periódico que lamentan que las fiscalías estatales hayan decidido demandarlos en vez de colaborar con ellos para instaurar estándares apropiados de uso.
“Desde que comenzó esta investigación hemos mantenido un diálogo permanente y fructífero con los fiscales generales respecto de la forma en que Meta apoya a los jóvenes en sus plataformas, y cómo trabajamos de forma permanente para mejorar esta experiencia. Lamentamos que en vez de trabajar de forma productiva con las distintas empresas para crear estándares de uso en las diferentes aplicaciones que los adolescentes usan, los fiscales hayan preferido la vía judicial”, zanjó.
El mismo representante, indicó que la autoridad no consideró elementos positivos sobre la relación de los jóvenes con las redes sociales, como el que muchos de ellos encuentran apoyo en comunidades online.
Por su parte, la coalición de fiscales no se detendría ahí. En paralelo han seguido un proceso similar con la plataforma de videos, TikTok, sin que haya información hasta el momento si derivará en una acusación similar a la que hoy enfrenta Meta.