Con sólo 22 años, Harry Gestetnern es uno de los directores ejecutivos (CEO) de Fanfix, una plataforma donde los fanáticos deben suscribirse para ver el contenido de sus influencers favoritos, algo así como OnlyFans, pero sin desnudos.
El joven hoy amasa una fortuna gracias a su invento tras venderlo a la firma de marketing SuperOrdinary por 65 millones de dólares (más de 52 mil millones de pesos chilenos).
Gestetner cofundó el servicio en 2020 junto a su socio Simon Pompan, otro centennial al que conoció en la escuela secundaria.
Fanfix: un “OnlyFans” sin desnudos y con los que las marcas sí se quieren asociar
Fanfix permite a los creadores de contenidos ganar dinero a través de suscripciones mensuales para sus fans, quienes pueden acceder a material exclusivo de la vida cotidiana del influencer, mensajes privados y borradores de sus videos de TikTok, entre otras cosas.
Si bien se parece a OnlyFans en su funcionamiento, esta plataforma no permite los desnudos y se promociona como un espacio para influencers de la generación Z que no quieren ni necesitan vender contenido explícito.
En sus políticas, explican que en Fanfix no se permiten “fotos, videos ni contenido creado digitalmente que muestre relaciones sexuales, genitales y primeros planos de glúteos completamente desnudos”.
Además, para poder inscribirse, los creadores deben tener al menos 10 mil seguidores en sus redes sociales.
El joven empresario dice que si bien muchos famosos no suben contenido erótico a OnlyFans, se les asocia a eso, porque gran parte del contenido en esa plataforma es así. Esto hace que muchos pierdan contratos con marcas que no desean verse vinculadas a ese tipo de material.
Y así lo confirma Avi Gandhi, exjefe de asociaciones de creadores en Patreon, quien dijo a Insider que es muy poco probable que las marcas inviertan en asociarse con creadores de OnlyFans debido a la connotación sexual que tiene.
Al ser consultado por su opinión sobre Patreon y OnlyFans, apuntados como sus competidores, Gestetner fue mordaz.
Del primero dijo que es una “plataforma de escritorio obsoleta y voluminosa para la generación de nuestros padres” y a OnlyFans lo definió como un “sitio porno” con un “estigma masivo que lo rodea”.
Un joven con sangre de emprendedor y pasado afortunado
Gestetner viene de una familia ligada al emprendimiento.
El joven oriundo de Londres es tataranieto de David Gestetner, quien inventó una de las primeras fotocopiadoras en 1879 que logró vender en 226 millones de dólares (más de 180 mil millones de pesos) en 1996.
Además, el padre de Harry, Daniel, fue uno de los jóvenes empresarios más ricos del Reino Unido en el año 2000.
Según indica Insider, el joven recibió una educación de alto nivel en Reino Unido. Estudió en Highgate School, un recinto cuya colegiatura es de unos 23 millones de pesos anuales.
Luego se mudó a Estados Unidos, donde estudió en Harvard-Westlake School -donde asistieron celebridades como Lily Collins y Jake Gyllenhaal-. Allí conoció al co-fundador de la plataforma, Simon Pompan.
Luego, ambos estudiaron negocios y fundaron la organización Fuel Our Heroes, que durante la pandemia recaudó más de $350,000 para los trabajadores de la salud.
Una idea que hizo match con los influencers
Gestetner dijo que la idea de Fanfix surgió cuando su primo publicó un video que obtuvo millones de visitas y se dio cuenta de que no estaba recibiendo “ni un centavo” por ello.
Tras eso, Gestetner y Pompan recaudaron fondos de inversionistas e integraron a Cameron Dallas, exestrella de Vine, al proyecto.
Fanfix cobra una comisión del 20 % sobre las ganancias de los creadores, la misma tasa que OnlyFans.
Gestetner dijo que ante el auge del mercado de las suscripciones, cree que Fanfix podría incluso superar a OnlyFans en unos años. Eso sí, admite que esto es sólo un deseo y no una estimación.
De acuerdo a datos de TechCrunch, el ingreso anual promedio de un influencer en Fanfix es de 70.000 dólares. Se estima que FanFix tiene unos 10 millones de usuarios, mucho menos que los 180 millones de OnlyFans.