Luego del anuncio de Apple sobre el lanzamiento de su nuevo iPhone 14, que en Estados Unidos solo permitirá el uso de eSIM, la discusión sobre esta tecnología vuelve a tomar fuerza. Una apuesta de valor hacia el futuro que cambiará la forma en que los operadores se relacionan con sus abonados.
Se trata de la evolución de la tarjeta física SIM hacia una completamente digital, cumpliendo la misma función de identificar el equipo asociándolo a un número de teléfono permitiendo realizar y recibir llamadas, navegar y enviar mensajes. Sin embargo, la eSIM se carga de manera digital y no se introduce físicamente en el equipo.
“La tarjeta digital permite desde cualquier lugar y en cualquier momento, contratar un nuevo plan con otro operador. Sin tener que acercarse a una tienda física y sin tener que esperar a recibir la nueva SIM en el caso de solicitar una”, explica Rodrigo Mena, Country Manager de SUMA Móvil Chile.
La noticia no es al azar, ya que los usuarios móviles crecen a un ritmo incesante en Latinoamérica. Según GSM, los 328 millones que se contabilizaron en 2020 se convertirán en 423 millones para 2025.
Y en Chile, según el Instituto Nacional de Estadísticas, a junio de este año, se contabilizaron casi 33 millones y medio de teléfonos móviles en el país.
“La eSIM coincide con la penetración de smartphones con tecnología 3G y 4G, que permiten una mejor navegación en Internet en el dispositivo. Según Statista, la tecnología 4G lideraba el mercado de las conexiones móviles en 2020 y las estimaciones confirman su hegemonía hasta por lo menos 2025, con un 44% de accesos previstos para ese último año”, precisa Mena.
Nuevas reglas y nuevos servicios
La incorporación del servicio eSIM permitirá a los operadores móviles virtuales (OMVs) diferenciarse por innovación y servicio, y así mismo mejorará la experiencia de sus abonados.
El usuario podrá disponer de varias líneas móviles en un mismo dispositivo y elegir, rápidamente, con qué servicio operar en cada momento en función de la tarifa o la prestación que más le convenga, con una experiencia 100% digital.
Por ejemplo, en el caso de viajar al extranjero, podrá contratar, a través de Internet, una tarifa de un operador local, cambiar de plan sobre la marcha y eliminar de esta manera, los sobrecargos de Roaming. Sin las incomodidades de la búsqueda de sucursales físicas para hacer los trámites.
Precisamente, en este escenario, la eSIM viene a mejorar la experiencia del usuario desde el proceso de contratación, descarga del nuevo perfil, validación y autenticación, hasta la puesta en marcha del servicio.
“Está diseñada para facilitar al máximo la operativa del servicio, permitiendo la coexistencia entre la SIM física y la eSIM de forma transparente y simultánea, con un proceso de provisión y control similar”, aclara Mena.
La eSIM podría ser masiva en el futuro
Pese a que su desarrollo lleva años y está enfocado en teléfonos de alta gama, se espera que su uso sea más masivo con el tiempo. Esto ya que su estándar de comunicaciones propone una evolución necesaria para los nuevos requerimientos y demandas.
“Proyectamos que los próximos dos años será clave en la masificación de esta tecnología. De hecho, desde que Apple hizo su anuncio, nos han aumentado bastante las solicitudes de eSIM”, señala el experto.
“Además, en términos de seguridad, supone combatir la suplantación de identidad, encriptación de datos y, evidentemente, al evitar el uso de plásticos, ayuda a ahorrar costos en logística y tiempo”, agrega.
Aunque se encuentra en proceso de pruebas, mejoras y afinaciones, la eSIM seguirá su curso de desarrollo y masificación de cara al cliente final. Sin duda, es un camino que llevará tiempo, pero ya esboza una fuerte irrupción.