Aunque para todos es sabido que hace varios millones de años un enorme asteroide acabó para siempre con los dinosaurios, pocas veces se habla respecto a cómo fue el día del brutal impacto.

Es por esto que bastante atención ha generado un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Curtin, quienes formaron parte de una expedición científica que recuperó muestras de núcleos de un cráter en el Golfo de México, lo que ha entregado evidencia bastante interesante.

Tal como indicó la institución a través de un comunicado, el material analizado permitió concluir que el impacto del meteorito generó un enorme tsunami.

La investigación, publicada en las prestigiosas Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), fue llevada a cabo por los especialistas quienes perforaron profundamente debajo del cráter Chicxulub, “el que fue creado hace 66 millones de años por el impacto de un asteroide gigante”.

news.curtin.edu.au
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La profesora Kliti Grice, del Centro de Geoquímica de Orgánicos e Isótopos WA-WA (OIGC) en la Escuela de Ciencias Terrestres y Planetarias de Curtin, señaló que el equipo perforó el cráter para recuperar rocas de 500 metros a 1.300 metros debajo del fondo marino, encontrando evidencia de los eventos de los días posteriores al impacto.

“Esta investigación ayuda a responder la tentadora pregunta de qué sucedió inmediatamente después de uno de los eventos más importantes en la historia de la Tierra”, dijo Grice.

Se cree que el impacto del asteroide que formó el cráter Chicxulub en la Península de Yucatán, en donde se llevó a cabo el estudio, fue lo que causó la extinción masiva del período Cretácico tardío que condujo al 76% de todas las especies de plantas y animales del mundo a la muerte.

Además de un tsunami de cientos de metros de altura, el impacto provocó incendios forestales que arrojaron tanto azufre a la atmósfera que bloqueó el Sol, provocando un enfriamiento global.

“Los freímos y luego los congelamos”, dijo el autor principal Sean Gulick, un geocientífico de la Universidad de Texas en Austin, en un comunicado. “No todos los dinosaurios murieron ese día, pero muchos dinosaurios sí”, agregó.