El año pasado te contábamos sobre las terribles imágenes que mostraban las “islas” de plástico que existen en ciertos lugares del mar, producto de la contaminación humana.
Y cuando decimos terribles, son terribles.
Botellas, latas, bolsas, bombillas, plumavit. Todo eso -y mucho más- se puede encontrar en gran parte del océano, causando serios daños a la fauna marina.
Pero todavía quedan atisbos de esperanza. Y mejor aún: esa esperanza viene desde territorio nacional.
Y es que dos químicas nacionales de la Universidad de Chile lograron crear un mecanismo que permite que el plumavit se convierta en pintura con amplia duración y fuerte adherencia.
Se trata de Cristina Acuña y Constanza Cifuentes, quienes han sido aplaudidas por su gran invento que permitiría reducir los niveles de contaminación y, al mismo tiempo, servir al público.
“Hay muchos desechos industriales de gran magnitud que nadie ve. Nosotras apuntamos al plumavit, que es el más problemático, ya que pese a ser liviano ocupa mucho espacio y no es biodegradable”, explicó Acuña al diario de circulación nacional Las Últimas Noticias.
Según informa el medio, en primera instancia la idea fue seleccionada por Start-Up Chile con lo que comenzaron a crear prototipos y, tras la llevada de un ingeniero conocido de ambas, lograron fabricar la máquina que convierte láminas de plumavit en líquido.
El aparato, que tiene cerca de un metro de altura, es capaz de derretir el material mediante una serie de aditivos. Terminada esa parte del proceso, el líquido es trasladado a tambores en los que se le agregan elementos que le entregan textura y color.
Las cifras de producción son alentadoras, pues aseguran que pueden producir hasta 500 kilos de pintura con 250 kilos de plumavi, generando una “tremenda reducción a la huella de carbono”.
Incluso, ya hay varias empresas interesadas en el emprendimiento. 180 millones de pesos es el capital que han llegado a levantar desde que comenzaron, hace cuatro años.
Walmart y Mall Plaza son algunas de las reconocidas marcas que se acercaron a estas mujeres para usar el producto y demarcar las calles en sus respectivos centros comerciales.
“Al aplicarla, nuestra pintura vial de plumavit es lisa, lo que permite limpiarla y mejorar su adherencia. Dura un año en zonas de tránsito medio (…) el producto es el cierre de una cadena sustentable integral”, aseveró Acuña.
Ambas esperan que su empresa crezca, logrando aumentar las cifras de reciclaje desde territorio nacional.