La Comisión Europea publicó este miércoles una serie de recomendaciones estrictas para el desarrollo de la red móvil 5G en la Unión Europea (UE) para prevenir cualquier riesgo de seguridad, sin excluir al chino Huawei, al que Washington acusa de espionaje.
Estas recomendaciones, elaboradas por los países del bloque y el ejecutivo comunitario, estipulan la aplicación de “restricciones pertinentes para los proveedores considerados de alto riesgo”, sin nombrar explícitamente a ninguna empresa.
“Nosotros en Europa aceptamos a todo el mundo, pero tenemos reglas. Estas reglas son claras y exigentes”, aseguró en rueda de prensa el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton
Huawei celebró por su parte en un comunicado la decisión “imparcial y basada en hechos” de la UE, asegurando que “ha estado presente en Europa durante casi 20 años y tiene un historial probado en lo que respecta a la seguridad”.
La publicación de esta guía de medidas no vinculantes para los diferentes gobiernos nacionales llega un día después del visto bueno parcial del gobierno británico a la participación de Huawei en su red 5G.
Estados Unidos, que presiona a sus aliados para excluir a la empresa china del desarrollo de la nueva generación de estándares de red móvil al acusarla de espiar para Pekín, consideró decepcionante esta decisión.
Para “mitigar los riesgos de seguridad”, la UE recomienda proceder a las “exclusiones necesarias (…) para los activos críticos y sensibles” como “las funciones de gestión y de orquestación de la red”, explica la Comisión.
Los países de la UE están llamados además a vigilar que cada uno de sus operadores “dispone de varios proveedores” para “evitar la dependencia de cara a empresas consideradas de alto riesgo”.
Australia y Japón siguieron el ejemplo de Estados Unidos prohibiendo el uso de Huawei, mientras que la mayoría de los grandes mercados emergentes, liderados por Brasil e India, están abriendo sus brazos al fabricante chino.
La 5G, una nueva etapa en las prácticas de la comunicación móvil, permitirá conectar todo lo que actualmente no está conectado, principalmente objetos, en industrias, ciudades o en el ámbito de la salud.