Sin duda el despliegue del 5G va a cambiar la vida de los chilenos en múltiples campos, haciendo posible acciones que hoy aún parecen muy lejanas, pero que el día de mañana será un hecho.
Para el desarrollo de una economía digital es necesario contar con entornos que permitan un avanzado despliegue de nuevas capacidades e infraestructuras digitales, en donde tecnologías como el 5G y Wi-Fi 6, juegan un rol primordial. Y aunque ambas tienen objetivos finales distintos, en conjunto pueden facilitar escenarios para la nueva Industria 4.0.
Aproximadamente el 20% del tráfico de red es transportado por redes móviles hoy en día, impulsado en gran medida por el crecimiento del consumo de video y las aplicaciones colaborativas. Sin embargo, 5G no comenzará y terminará con los casos de uso actuales, sino que evolucionará.
De hecho, con la llegada y despliegue de la red 5G y Wi-Fi 6, último estándar designado por la Institución para Ingenieros Eléctricos y Electrónicos para conexiones inalámbricas, las mejoras han ido en beneficio directo de segmentos empresariales de TI, proveedores de servicios y redes de consumidores, al tiempo que proporciona opciones para implementaciones de Internet de las Cosas (IoT), las cuales están potenciando dicha red.
Cristián Gómez, analista de telecomunicaciones de la consultora internacional IDC, principal firma de analistas del mercado de Tecnologías de la Información y la Comunicación, menciona cuáles son las expectativas de la red 5G y Wi-Fi.
“Hay una variedad de casos de uso que serán las primeras implementaciones importantes de esta conexión, los cuales incluyen entornos de WI-FI densos, por ejemplo, grandes convocatorias de personas, como estadios, auditorios y salas de conferencias. En el caso de la red 5G esta se utilizará, principalmente, para operaciones remotas, automatización y seguimiento en industrias”, sostuvo.
Lo anterior representa una oportunidad significativa impactando positivamente a usuarios finales empresariales, consumidores, proveedores de equipos de red y de servicios integradores. Por otro lado, y dado que el tráfico de red en las redes públicas y privadas continúa aumentando en el futuro previsible, no sorprende que, tanto las redes celulares como las Wi-Fi estén evolucionando tanto en sus características de diseño como de rendimiento.
Los avances en 5G y Wi-Fi 6
Entendiendo ello, 5G y Wi-Fi 6 son cada uno, los últimos avances en tecnología de red que están ampliando las aplicaciones y los casos de uso de la red más allá de la conectividad general para crear nuevas oportunidades de negocios para proveedores de servicios y clientes empresariales.
Con importantes avances surgiendo simultáneamente en 2019, un debate sólido ha comenzado a circular entre los profesionales de TI y los expertos de la industria: ¿5G desplazará a Wi-Fi?
Gómez agrega que es importante que las empresas evalúen ambas tecnologías y determinen cuál es la mejor, no solo desde un punto de vista técnico, sino también desde un costo operativo de implementación y gestión.
“Si bien las empresas se beneficiarán tanto de 5G como de Wi-Fi 6, será tan importante investigar y comprender la aplicabilidad de ambos, ya sea solo o en conjunto. Como tal, la industria ahora está imaginando formas de unir 5G y Wi-Fi 6 en una plataforma convergente. Esto requerirá mejoras adicionales en ambas tecnologías, permitiendo una transferencia más fácil entre Wi-Fi y redes celulares”, indicó el experto.
Mientras tanto, en una oportunidad de expandirse a nuevos mercados adyacentes, los proveedores de servicios de comunicaciones están posicionando cada vez más a 5G como no solo una tecnología de consumo, sino también una tecnología para compañías. Hay una variedad de formas en que 5G podría usarse en un entorno empresarial, algunas de las cuales podrían entrar en conflicto con las implementaciones de Wi-Fi existentes.
Dentro de los desafíos de su implementación en Chile, se encuentra la posibilidad de contar con una infraestructura TI que garantice una cobertura adecuada, con una mayor capacidad, menor latencia y alta fiabilidad, para avanzar en IoT, automatización de la industria y ciudades, además de habilitar servicios de misión críticas como vehículos autónomos, operaciones remotas o telemedicina real.