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La American Physiological Society destacó como "Mejor paper del mes" una investigación chilena que identificó una nueva posible terapia contra la fibrosis muscular.
La American Physiological Society reconoció como “Mejor paper del mes” la investigación chilena realizada por científicos del Centro Basal Ciencia & Vida de la Universidad San Sebastián, quienes identificaron un potencial blanco terapéutico contra la fibrosis.
Este hallazgo está enfocado especialmemnte en la fibrosis muscular, un problema común en enfermedades como las distrofias musculares, la sarcopenia y otros trastornos neuromusculares.
Liderado por el Dr. Enrique Brandan del Centro Basal Ciencia & Vida, el estudio se publicó en marzo en la revista American Journal of Physiology-Cell Physiology y representa un avance significativo en la comprensión de los mecanismos que conducen a esta respuesta en el tejido muscular.
¿Qué descubrieron?
La fibrosis es un proceso patológico presente en un extenso número de patologías crónicas (según los científicos responsables del estudio, podrían ser más de 60) y se caracteriza por la acumulación excesiva de tejido conectivo, en respuesta a la pérdida de funcionalidad en los órganos afectados.
Este proceso ocurre como respuesta a una inflamación persistente, activando de manera anormal los fibroblastos, que producen una acumulación excesiva de matriz extracelular. Con el tiempo, la fibrosis puede llevar a un deterioro irreversible de los tejidos y afectar funciones esenciales como la respiración, la filtración sanguínea o la movilidad muscular.
“Las investigaciones actuales sugieren que la fibrosis no es un proceso aislado, sino una respuesta del cuerpo a diversos factores, como el daño celular o la inflamación, que termina reemplazando tejido funcional por tejido conectivo no funcional. Lo que descubrimos es que la rigidez en los tejidos, ya sea por factores mecánicos o por procesos patológicos, activa una vía de señalización llamada YAP/TAZ, que acelera la respuesta fibrótica en el organismo”, explica el Dr. Brandan.
El estudio tuvo como principal objetivo comprender las vías moleculares y celulares que desencadenan esta respuesta fibrótica. Los trastornos relacionados con este mecanismo están involucrados en algunas de las principales causas de mortalidad en el mundo, lo que enfatiza la relevancia de seguir profundizando en su comprensión para la búsqueda de nuevos tratamientos o estrategias preventivas.
¿Una posible terapia?
La fibrosis muscular ocurre cuando el tejido funcional del músculo es reemplazado por tejido conectivo no funcional, disminuyendo su capacidad de contracción y regeneración. Esto se da como respuesta a un daño persistente o inflamación crónica, activando de manera anormal los fibroblastos musculares, que generan una acumulación excesiva de matriz extracelular. Con el tiempo, este proceso limita la movilidad, reduce la fuerza y afecta la calidad de vida de los pacientes.
Los investigadores identificaron que la rigidez del tejido muscular y otros factores patológicos activan una vía de señalización llamada YAP/TAZ. Esta ruta molecular actúa como un centro de control donde convergen distintas señales que inducen la fibrosis, funcionando como un “interruptor” que acelera la formación de tejido cicatricial en el músculo.
El Dr. Brandan explica que esta vía funciona como un centro de mando en el que confluyen muchas señales diferentes. Y, en esta lógica, si se interviene, podría ser posible bloquear el desarrollo de la fibrosis muscular sin importar cuál fue el desencadenante inicial.
“A pesar de que nuestra investigación se ha centrado principalmente en un modelo de distrofia muscular, los resultados obtenidos tienen implicaciones mucho más amplias, ya que los mecanismos que hemos identificado también podrían aplicarse al tratamiento de enfermedades crónicas en otros órganos, como el corazón, los pulmones o los riñones”.
En el caso de la fibrosis pulmonar, por ejemplo, el tejido funcional del pulmón se reemplaza de manera gradual por uno de tipo conectivo o “cicatricial”, interfiriendo en la capacidad de este órgano de funcionar con normalidad y, en consecuencia, afectando la vida de los pacientes. O bien como en los infartos cardíacos, donde la región que pierde funcionalidad después del evento es sustituida por tejido rígido, lo que disminuye la capacidad del corazón para bombear sangre.
La reducción de la fibrosis
El estudio demostró que inhibir la actividad de YAP/TAZ reduce significativamente la fibrosis en modelos experimentales de enfermedades musculares. Se observó que al bloquear esta ruta, disminuye la acumulación de colágeno y se conserva mejor la funcionalidad muscular. Esto podría convertirse en una estrategia terapéutica eficaz para enfermedades como la distrofia muscular de Duchenne, la sarcopenia y otras miopatías fibróticas.
Un elemento clave en la activación de esta ruta es la proteína TGF-beta, que regula la proliferación y diferenciación celular en el músculo. En condiciones fibróticas, TGF-beta está sobreexpresada, activando los fibroblastos y promoviendo la acumulación de matriz extracelular. Sin embargo, debido a su participación en otros procesos celulares esenciales, inhibir directamente TGF-beta no es viable como tratamiento.
En este contexto, la inhibición del nodo aparece como una alternativa más específica y segura para tratar la fibrosis muscular. Las observaciones fueron realizadas tanto en modelos experimentales como en celulares, con resultados similares, además del uso de análisis moleculares avanzados y colaboraciones de carácter multidisciplinario.
“La inhibición de la vía YAP-TAZ no solo bloquea una señal específica, sino que tiene efectos más amplios en las rutas celulares que están involucradas en la fibrosis, lo que hace que esta intervención sea prometedora para tratar no solo enfermedades musculares, sino también enfermedades pulmonares, cardíacas y musculares”.
“Creemos que la inhibición de esta vía de señalización es una de las intervenciones más prometedoras que hemos identificado, pues no solo actúa bloqueando una vía molecular clave, sino que también tiene efectos sobre otros mecanismos involucrados en la fibrosis”, afirma el académico del Centro Basal Ciencia & Vida de la USS.
Implicaciones clínicas y futuras investigaciones
Los resultados de esta investigación podrían tener un impacto significativo en la medicina, ya que la fibrosis muscular es un factor clave en muchas enfermedades debilitantes. “Cuando hay una enfermedad muscular, una alternativa es combatir la fibrosis. Si logramos reducirla, podemos aminorar la pérdida de movilidad y fuerza en los pacientes”, señala el Dr. Brandan.
El equipo de investigadores destaca que este hallazgo es resultado de un trabajo multidisciplinario, con el Dr. Andrea Ravasio de la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile y el uso de modelos experimentales, tejidos humanos y análisis moleculares avanzados.
A futuro, esperan continuar explorando formas de modular YAP/TAZ con mayor precisión para desarrollar terapias más efectivas y seguras, a fin de fortalecer el conocimiento en ciencia básica que es fundamental tanto para la comprensión de las patologías como para el diseño de nuevas alternativas terapéuticas.
Con este descubrimiento, se abre una nueva vía para abordar la fibrosis desde su regulación molecular, ofreciendo esperanza para el tratamiento de enfermedades crónicas y neuromusculares que hasta ahora carecen de soluciones efectivas, concluye el Dr. Brandan
Referencias:
Enrique Brandan , Felipe S. Gallardo y otros autores, Role of TGF-β/SMAD/YAP/TAZ signaling in skeletal muscle fibrosis. American Journal of Physiology-Cell Physiology, 2025.