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Científicos descubrieron que el océano helado de Titán, la luna más grande de Saturno, podría contener formas de vida muy simples, microscópicas y en pocas cantidades.

La investigación la realizaron científicos liderados por Antonin Affholder, del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Alberta, y Peter Higgins, del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Universidad de Harvard.

“En nuestro estudio, nos centramos en lo que hace que Titán sea único en comparación con otras lunas heladas: su abundante contenido orgánico“, dijo Affholder a Science Daily.

Los científicos investigaron las posibilidades de la presencia de vida en Titán, donde se cree que hay un océano subterráneo de unos 480 kilómetros de profundidad, utilizando un modelo bioenergético, con datos y estimaciones previas de la química orgánica de Titán.

Así, determinaron que posiblemente exista vida que consume materia orgánica, pero que esta comprendería solo unos pocos kilos de la biomasa total de esta luna.

¿Cómo sobreviviría la vida en la luna Titán?

Pero, ¿de dónde vendrían los nutrientes para que esta vida microscópica pudiera alimentarse? El estudio propone que estos podrían llegar al océano subterráneo desde la superficie de Titán, pero también desde su núcleo.

“La materia orgánica que se forma en la atmósfera de Titán y se deposita en la superficie podría hidrolizarse al descender al océano, con charcas de fusión generadas por el impacto que se hunden a través del hielo, sumándose a un inventario primordial liberado por el núcleo durante la diferenciación o a lo largo del tiempo geológico”, escriben los investigadores.

Bajo las condiciones que se conocen sobre Titán hasta ahora, buscaron un escenario plausible para que la vida de Titán pudiera alimentarse y propusieron un proceso metabólico muy simple conocido como fermentación.

En la Tierra, la fermentación se presenta, por ejemplo, en la elaboración de algunos productos como la cerveza o la elaboración de pan de masa madre, procesos que implican descomposición de moléculas orgánicas, pero sin oxidantes, como el oxígeno, que falta en Titán.

Los modelos de fermentaciones fueron basados en la glicina, que es el aminoácido más simple que abunda en el espacio, entonces los microbios podrían alimentarse de esta. Pero los resultados mostraron que este método solo podría sustentar a una cantidad pequeña de vida, debido a las condiciones adversas.


*Titán pasa frente a Saturno y sus anillos en esta instantánea en color real de la nave espacial Cassini, de la NASA.

“Si bien pueden existir condiciones favorables para la fermentación de la glicina, estas dependen en gran medida de la temperatura. Además, la capacidad de ese metabolismo para alimentar una biosfera global está limitada por el lento suministro de glicina a través de los charcos de fusión por impacto (cuando cae un meteorito que perfora la superficie y permite que el material llegue al océano subterráneo)”, dice el paper.

“El trabajo presentado aquí destaca la fermentación de glicina como un enfoque relevante de primer orden para estudiar la habitabilidad oceánica de Titán, en particular al arrojar luz sobre los desafíos que plantea la singular combinación de supuestas condiciones fisicoquímicas”, concluyen.

Sin embargo, para profundizar en la evaluación de la habitabilidad en Titán, hay que estudiar mejor las condiciones geoquímicas internas de la luna, y también investigar la biología y el metabolismo de los microbios que existirían allí, sugieren.

Estos hallazgos ocurren justo mientras la NASA planea la misión Dragonfly, que en 2028 volará hasta Titán para estudiar más de cerca su química orgánica.

Referencias:

Antonin Affholder, Peter M. Higgins y otros autores, The Viability of Glycine Fermentation in Titan’s Subsurface Ocean. The Planetary Science Journal, 2025.