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Satélite Intelsat sufrió anomalía y explotó en órbita: dejó escombros y pérdidas de comunicaciones

24 octubre 2024 | 11:03

Un satélite Intelsat construido por Boeing sufrió una anomalía y explotó en órbita este fin de semana. El dispositivo dejó decenas de escombros y causó pérdida de comunicaciones a clientes de la compañía de internet satelital en diferentes partes del mundo.

El lunes, Intelsat informó que la anomalía “ha provocado la pérdida total del satélite Intelsat 33e”. Por el momento, están investigando las causas de esta repentina explosión, en coordinación con la empresa fabricante.

La anomalía afectó a clientes de Europa, África y partes de la región Asia-Pacífico. “Hemos estado en diálogo activo con los clientes y socios afectados. Los planes de migración y restauración del servicio están en marcha en toda la flota de Intelsat y en satélites de terceros”, agregaron.

La explosión del Intelsat

De acuerdo con CBS, la Fuerza Espacial de EE.UU. detectó unos 20 fragmentos en órbita correspondientes al Intelsat 33e, pero descartaron “amenazas inmediatas”. Sin embargo, la agencia espacial rusa, Roscosmos, aseguró haber encontrado “más de 80 fragmentos”. Asimismo, teorizaron que la explosión fue “instantánea y de alta energía”.

Recodemos que Boeing, el fabricante de estos dispositivos, ha estado en la mira durante el último tiempo por problemas recientes en sus aviones y cohetes espaciales. Fallas que impulsaron críticas y cuestionamientos hacia sus procesos de fabricación.

Mar Gómez, meteoróloga, doctora en ciencias físicas y divulgadora, comentó en X que “el satélite explotó cuando estaba en su órbita geoestacionaria, que está a una altitud de 35.786 kilómetros sobre el ecuador”, por lo que los escombros estarían orbitando esta zona.

La basura espacial es un grave problema, ya que cada vez que un satélite falla o colisiona, se generan fragmentos que quedan orbitando sin control, representando un peligro para otros satélites e incluso para la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés)”, apuntó.

“Estos restos pueden causar más accidentes en cadena, complicando aún más la seguridad en el espacio y el funcionamiento de la infraestructura crítica que depende de los satélites“, agregó.

En cuánto a la pérdida de este tipo de dispositivos, explicó que “es un duro golpe, ya que los satélites de alta capacidad como el Intelsat 33e son fundamentales para el buen funcionamiento de la infraestructura global de telecomunicaciones”.