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Estudio publicado en Nature Aging desestima la idea de que los humanos alcancen los 100 años con facilidad, contradiciendo las creencias sobre la longevidad. El gerontólogo Jay Olshansky afirma que la era de aumento rápido en la esperanza de vida ha concluido, demostrando que las tasas de centenarios son menores de lo esperado. Aunque se sigue aumentando la esperanza de vida, el ritmo disminuye, y el envejecimiento sigue siendo imparable. Olshansky destaca la importancia de ralentizar el proceso biológico del envejecimiento para lograr avances en longevidad, mientras que alerta sobre las pandemias de obesidad y diabetes que afectan la sociedad. A pesar de los desafíos, investigadores en gerociencia trabajan en métodos para ralentizar el envejecimiento, generando esperanza en posibles avances futuros.

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Muchos estudios sobre longevidad tienen sus fichas en que las personas puedan llegar a los 100 años, sin embargo, según el gerontólogo Jay Olshansky, especialista en el área, dice que no será así.

Desde hace 34 años que Olshansky dice que los niños vivirían sólo hasta los 85 años y que entre el 1% y %5 apenas podrías llegar al centenario.

Ahora, el investigador asegura que lo que él y sus coautores vienen diciendo desde hace años está demostrado, consigna CNN.

Se trata de un análisis de esperanza de vida publicado el lunes en la revista Nature Aging, que contempla datos de Australia, Francia, Hong Kong, Italia, Japón, Corea del Sur, España, Suecia, Suiza y Estados Unidos.

El estudio señala que las niñas que nacieron en 2019 en las zonas antes mencionadas, tienen un 5,1% de probabilidades de llegar a los 100 años, mientras que los varones sólo el 1,8%.

Jay señaló que “Hemos esperado 30 años para probar nuestra hipótesis. Hemos demostrado que la era del rápido aumento de la esperanza de vida humana ha terminado, tal como predijimos”.

Ahora, un punto que el especialista aclaró, es que no quiere que esto se interprete de la manera incorrecta, ya que se sigue ganando en la esperanza de vida, pero a un ritmo cada vez más lento que en décadas previas.

No, los humanos no vivirán hasta los 100 años

En entrevista con CNN, el gerontólogo se refirió a lo que dicen especialistas, como María Branyas Morera, quien señala que el cuerpo está diseñado para llegar hasta los 120 años.

En este sentido, enfatizó en que en el artículo dicen “por favor, dejen de exagerar. Son hipótesis científicas no comprobables”.

Por ejemplo, se refirió al caso de Jeanne Calment, quien nació en 1875 en Arles, Francia, cuando la esperanza de vida era de casi 45 años. Murió a los 122 en 1997, pese a que fumaba y bebía oporto.

Ya entrando al plano más concreto, Olshansky dice que el envejecimiento es inmutable, ya que el declive de las células, tejidos, órganos y sistemas orgánicos no se puede detener.

“Si expones a un número suficiente de personas de una población a la fuerza inmutable del envejecimiento, te topas con un obstáculo que dificulta seguir aumentando la esperanza de vida, y ahí es donde estamos ahora. Se puede seguir avanzando contra las principales enfermedades, pero no tendrá el efecto de prolongación de la vida que la gente cree; de hecho, tendrá un impacto decreciente”, recalcó en la entrevista.

Jay fue claro en decir que la única forma de romper con el cristal de la longevidad, es logrando ralentizar el proceso biológico del envejecimiento.

Obesidad, diabetes y envejecimiento

Entre las pandemias que persisten en la sociedad actual, están la obesidad y el envejecimiento. Principalmente, al menos en la primera, se debe a malos hábitos alimenticios.

Olshansky menciona que en 2005, junto a un grupo de colegas, publicaron un estudio que sugería que ésta será la primera generación de niños que vivirá menos que sus padres producto de la obesidad.

En respuesta, agrega el gerontólogo, la ciencia ha creado tecnologías y medicamentos que ayudan a contrarrestar estas enfermedades.

“La era moderna está repleta de personas que viven hasta los 70, 80 y unos pocos hasta los 90 y más, casi todos ellos viviendo un tiempo fabricado por la tecnología médica, un tiempo fabricado que los médicos de todo el mundo han creado para nosotros”, recalcó Jay.

Pero no todo está perdido, ya que, tal como dijo Olshansky, “hay motivos para ser optimistas y pensar que se acerca una segunda revolución de a longevidad”.

Esto, porque investigadores especialistas en gerociencia están trabajando en ralentizar el proceso de envejecimiento. Actualmente, lo hacen en animales, moscas y gusanos, lo que abre la puerta posibles avances en el área. Ahora, esto no significa duplicar o triplicar la vida de una persona, como se espera hacer con los animales. “¿Es probable que nos haga vivir más? Sí. ¿Sabemos cuánto? No”, enfatizó.