Un estudio recién publicado y dirigido por la científica marina, Ana María García Cegarra, de la Universidad de Antofagasta, en Chile, reveló registros de orcas devorando a delfines oscuros (Lagenorhynchus obscurus) en la corriente de Humboldt y nuevos datos sobre sus comportamientos a la hora de alimentarse.
De acuerdo con el paper, que se publicó en Frontiers in Marine Science, esta sería la primera vez que los científicos ven a orcas cazando a esta especie en Chile, el caso ya se había documentado antes solamente en Nueva Zelanda y Argentina.
Los investigadores hicieron seguimiento durante varios años a una población de orcas, utilizando botes pesqueros y con apoyo de científicos ciudadanos. El estudio de García, encontró nueva evidencia del comportamiento de caza de estos animales, resulta que comparten su comida e incluso a veces se alimentan en familia.
Cabe señalar que, las orcas tienen una dieta bastante variada, que va desde peces a otras especies mucho más grandes, incluso tiburones, pero el cómo se alimentan depende de la zona en que viven y de sus poblaciones. En base a su alimentación, se identifican en diferentes ecotipos.
Según un comunicado de la revista científica donde se publicó el paper, en el hemisferio sur hay al menos 5 ecotipos diferentes de orcas. García y su equipo concluyeron que esta población de la corriente de Humboldt pertenecen probablemente al Tipo A, que se alimentan principalmente de otros mamíferos marinos.
¿Las orcas cenan en familia?
Pero uno de los hallazgos más llamativos de esta investigación tiene que ver con el comportamiento de las orcas a la hora de comerse su presa. García descubrió que comparten su comida, a veces para alimentar a sus propios parientes, como a las crías.
La científica declaró a Science Alert que “lo más impresionante fue observar, con el uso de un dron, el comportamiento de compartir la carne de delfín entre los miembros del grupo de orcas. Observamos cómo se alimentan primero la madre y la cría y después el macho adulto“.
“Era como un ritual de compartir la comida similar al que hacemos los humanos cuando comemos los domingos con nuestra abuela y abuelo. Recuerdo que cuando era niño mi abuela me servía primero a mí y después a los adultos”, agregó.
El avistamiento de crías, también es relevante, explicó en el comunicado. “El hecho de que hayamos observado crías recién nacidas es importante, porque indica que están teniendo crías. Pero no sabemos su tasa de supervivencia”, dijo.
Además, observar orcas es bastante difícil, ya que son escurridizas y muy inteligentes. “Gracias a la ciencia ciudadana, podemos seguir la presencia de orcas a lo largo de miles de kilómetros de la costa del norte de Chile, pero la mayoría de los avistamientos de orcas son oportunistas”, añadió.