Revista ‘Nature’

Reviven un posible árbol bíblico y curativo a partir de una semilla antigua de hace 1.000 años

25 septiembre 2024 | 11:06

Científicos lograron germinar una semilla antigua que fue recuperada durante excavaciones arqueológicas en una cueva del desierto de Judea. Ahora, creen que podría tratarse de un árbol bíblico actualmente extinto.

Según las dataciones de radiocarbono, la semilla pertenece los años 933 al 1202 d.C. El estudio de este experimento, que tomó unos 14 años de lento crecimiento, se publicó este mes en la revista Nature, donde los científicos proponen que podría tener relación con un árbol mencionado en la Biblia.

El árbol, que ahora mide aproximadamente 3 metros, fue bautizado como “Sheba”, y se le realizaron análisis químicos, de ADN y de radiocarbono. Los resultados arrojaron que podría pertenecer a una población de árboles que antes vivieron en una zona de la costa mediterránea de Asia, que ahora corresponde a Israel, Palestina y Jordania.

Los expertos lo atribuyen al “tsori”, un extracto resinoso que se usaba para curaciones, según se menciona en la Biblia, específicamente en las secciones Génesis, Jeremías y Ezequiel. En español se le conoce como “bálsamo”.

La especie fue identificada como perteneciente al género de Commiphora, pero es única respecto de otras especies de este género ya muestreadas en África, Madagascar y la Península Arábiga. Entre esta familia de árboles, algunas especies son productoras de incienso y mirra, según recoge Live Science.

“Se ofrecen varias hipótesis para explicar los orígenes, implicaciones y significado etnobotánico de esta Commiphora desconocida. Hasta donde sabemos, es la primera identificada en un sitio arqueológico de esta región, incluida la identificación con un árbol productor de resina mencionado en fuentes bíblicas y una posible relación agrícola con el histórico bálsamo de Judea”, informan en el paper.

Reviven un árbol bíblico con propiedades curativas a partir de una semilla de los años 993 a 1202 d.C

Si bien esta teoría parece tener sentido para los investigadores, el origen del árbol y su significado bíblico no se conocerán del todo hasta que florezca, puesto que de sus flores podrán obtener el material reproductivo que aportará los datos que faltan para un análisis en más detalle.