Esta semana ocurrirá un hito histórico para la exploración del espacio, resulta que SpaceX hará la primera caminata espacial privada con su misión recién lanzada Polaris Dawn, el 12 de septiembre. La tripulación también viajará hasta los cinturones de Van Allen.
Esta será la primera vez que astronautas harán una caminata financiada por privados, como lo es la compañía de Elon Musk. Pero además romperán un récord al ser la misión espacial tripulada a más altura de la historia después de las misiones Apolo, que llegaron a la Luna.
La nave espacial volará hasta 1.400 kilómetros de altitud de la superficie de la Tierra y dos de los astronautas saldrán al exterior para hacer la caminata cuando estén a 700 kilómetros de altitud.
De acuerdo con BBC News, para llegar tan alto, la nave atravesará los cinturones de Van Allen, una zona de la magnetosfera de la Tierra que contiene altos niveles de radiación. Los astronautas del programa Apolo, por ejemplo, pasaron por allí de manera muy breve en su camino a la Luna, con tal de evitar mayor exposición a las partículas.
La tripulación, conformada por cuatro astronautas, con solo pasar unas cuentas veces por los cinturones de Van Allen, protegidos por la nave y sus trajes, se expondrán a un nivel de radiación equivalente a lo que enfrentan los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) en tres meses, según recoge el medio.
Sin embargo, aunque son niveles altos, todavía se consideran dentro de los límites aceptables. Además, con este paseo espacial los científicos de la misión esperan conocer más de los efectos de la radiación en el cuerpo humano.
¿Qué son los cinturones de Van Allen?
La NASA explica en su sitio web que uno de los más grandes riesgos para los astronautas que viajen a mucha altura o se dirijan a otros planetas en el futuro, es “la exposición a la radiación de alta energía del viento solar, las tormentas solares y los rayos cósmicos galácticos”.
La Tierra tiene un mecanismo que evita que esta radiación afecte al planeta o a los humanos, la magnetósfera, que atrapa las partículas de radiación y nos protege.
“Estas partículas atrapadas forman dos cinturones de radiación, conocidos como cinturones de Van Allen, que rodean la Tierra como enormes rosquillas”, señala la agencia espacial.
En concreto hay dos cinturones, el exterior, que está formado por miles de millones de partículas de alta energía que se originan en el Sol, y el interior, resultado de las interacciones de los rayos cósmicos con la atmósfera de la Tierra.
“Los astronautas deben atravesar los cinturones de Van Allen para llegar al espacio exterior, por lo que es importante atravesar esta región rápidamente para limitar su exposición a la radiación. Los componentes electrónicos sensibles de los satélites y las naves espaciales que viajan a través de los cinturones de Van Allen también deben protegerse de la radiación”, añaden los expertos.
Estas estructuras fueron descubiertas en 1958, por el astrofísico James Van Allen, por quien fueron nombradas, y significaron un descubrimiento clave para la carrera espacial y el bienestar de los astronautas.